Antonio Povedano: adiós, maestro


José Álvarez/ Ars Operandi 

En la madrugada del día 7 de septiembre, a la edad de 89 años, ha fallecido en Córdoba el pintor Antonio Povedano Bermúdez. Figura fundamental en el desarrollo artístico de la ciudad en los últimos cincuenta años, su aportación a la cultura fue extraordinaria, tanto por su creación artística como por su prolongada dedicación a la enseñanza.

Nacido en Alcaudete en 1918, con poco más de dos años marcha con su familia a El Cañuelo, aldea cercana a Priego de Córdoba. Al finalizar la Guerra Civil, Povedano solicitó una beca de estudios de pintura convocada por la Diputación de Córdoba, que le fue denegada. En unas fechas poco proclives a la protesta, el joven aspirante a pintor manifestó su queja al tribunal, dándoles cuenta de la dificultad de acceder a los estudios por parte de los jóvenes de la provincia. Al siguiente año se crearon tres becas para la provincia, de las cuales una recayó en Antonio Povedano.

De 1941 a 1943 cursa estudios en la Escuela de Artes y Oficios cordobesa, tras de lo que pasó a la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en Sevilla. En 1945 gana por oposición una nueva beca de la Diputación que le permite trasladarse a estudiar a la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde conoce a Daniel Vázquez Díaz. Aquí ganará la Beca del Paular para paisajistas, un hecho que resultará decisivo en su carrera artística. En 1947 expone en Arenas de San Pedro (Ávila) en la exposición colectiva de los pensionados. En ese mismo año finaliza sus estudios oficiales y regresa a Córdoba con el título de Profesor de Dibujo Artístico.

1949 será el año de su primera exposición individual, en la Sala del Casino de Priego. En 1951 mostró su primera individual en la capital cordobesa, en la Sala Municipal de Arte. A partir de entonces, las exposiciones se fueron sucediendo sin interrupción, tanto en España como fuera de nuestras fronteras. En 1954 ya ha expuesto su primera individual en Madrid; en 1955 participa en la I Bienal de Alejandría; en el 58, en la XXIX Bienal de Venecia; en 1959 expone en Amsterdam, Sao Paulo, Montevideo... Años más tarde, sus obras se mostrarán en Viena, Palermo, México DF, Nueva York o Johannesburgo, así como en las principales ciudades españolas.

Las Tres Gracias: las características tintas planas de los carteles de Povedano
 
En 1963 gana por oposición la plaza de Profesor de Dibujo en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Córdoba, donde permaneció hasta su jubilación. En 1986 fue elegido miembro de la Real Academia de Córdoba. Sus premios y distinciones son innumerables, y el respeto y cariño de todos le fue manifestado en numerosos homenajes. Su última exposición en Córdoba fue el pasado mes de diciembre en la sala CajaSur - Gran Capitán.

Antonio Povedano deja un importantísimo legado artístico. Su pintura fue evolucionando con el paso de los años hacia formas expresionistas, y hacia una personal visión del paisaje que le hizo ser uno de los nombres fundamentales del género en el siglo XX. Fundador de unos Cursos de Paisaje referenciales en su pueblo, estuvo hasta este último año, el décimo, compartiendo sus conocimientos con sus alumnos.


Povedano cultivó el cartelismocon un estilo inconfundiblela ilustración, las artes musivarias y asimismo se convirtió en uno de los principales vitralistas de su tiempo. Sobre esta disciplina, Povedano reflexionó ante su biógrafo Luis Jiménez Martos en 1974, unas palabras que finalizan con lo que se puede considerar la síntesis de su carrera artística: la honestidad en la creación.

" La vidriera es como un cuadro, con la dificultad de que hay que tener en cuenta elementos cambiantes como la luz, la orientación y el color ambiente que incide sobre la parte posterior. Yo creo que la vidriera ha de nacer en el caballete si se quiere hacer algo nuevo en cada proyecto. Si no existe la investigación formal, se puede llegar a una repetición de lo ya hecho, el propio plagio, cosa bien triste. Para mí el autoplagio representa el fin. "

Vidriera en la Capilla de las Teresianas, Córdoba

Los que fuimos sus alumnos en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria de Córdoba no solo aprendimos de él las cuestiones técnicas del dibujo, de los piconcillos, de los pasteles, sino que comprendimos que el trabajo artístico es constancia diaria, esfuerzo y respeto por la labor de todos. Por esto, pero, sobre todo, por todo lo demás: gracias, maestro.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estoy consternado.

Nunca olvidé sus clases, muchas de las cosas que me enseñó. A pesar de nuestra juventud salvaje e irreverente, nos sentíamos más cercanos a él que a otros profesores más jóvenes.
Anónimo ha dicho que…
Todos, incluso los que no éramos sus alumnos, le llamabamos maestro. Pero su magisterio no acababa en las aulas ni en los paisajes escarpados de su querido Priego. Él nos enseñó que un artista debe involucrarse y luchar por mejorar la sociedad en la que le ha tocado vivir. En este sentido, la aportación de Povedano a la cultura cordobesa en la segunda mitad del siglo XX resulta inigualable. Su trabajo en los sesenta en la dirección de la sala de exposiciones del Circulo de la Amistad supuso una bocanada de aire fresco en la mortecina Córdoba del tardofranquismo. Posteriormente, al frente de las salas de la extinta Caja Provincial, volvió a conectar a Córdoba con lo mejor de las vanguardias artísticas.
Personalmente siempre agradeceré haber podido realizar gracias a él mi primera exposición. Aún siendo yo un balbuceante artista supo confiar en mi obra y permitir que se pudiera ver en la Galería Viana mi primera videoinstalación.
Hasta siempre, maestro