Dalí y su persistencia en la memoria colectiva

Desde Londres: Magdalena Madueño


Salvador Dalí i Domenech

Ayer, 23 de enero, como señalábamos en nuestra breve entrada, se cumplió el XX aniversario del fallecimiento de Salvador Dalí. Para conmemorar la efeméride, importantes instituciones artísticas como el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York o la galería Tate Modern de Londres han cedido temporalmente al Museo Dalí obras tan significativas como La persistencia de la memoria (1931) –conocida popularmente como “Los relojes blandos” – y La metamorfosis de Narciso (1937), respectivamente. Precisamente el mito de Narciso será el tema central de un libro que verá la luz a finales de enero: El camino de Dalí, de Ignacio Gómez de Liaño. Se trata de la trascripción de los diarios que recogen las conversaciones mantenidas entre el autor y un anciano Dalí, así como las notas que el primero tomó de los cuadros que vio pintar al segundo.


Los homenajes no cesan ahí, puesto que la Fundación Gala-Salvador Dalí, a través de los diversos museos adscritos a ella, ha comenzado el año con una rica oferta en actividades y programas educativos en torno a la figura del artista. Alemania también se ha unido a la celebración de este aniversario. Al inicio de esta semana Berlín anunció que el próximo 5 de febrero abrirá el primer museo permanente dedicado al artista español en la ciudad, que se llamará Dalí. La Exposición. Dibujos, ilustraciones, libros, documentos, catálogos, borradores de proyectos, esculturas, y hasta secuencias de películas en las que participó, como Un perro andaluz (1929), de Luis Buñuel, se exhibirán en este museo de iniciativa privada, aún en fase de construcción.


Fotograma de Un perro andaluz (1929), de Luis Buñuel

La ciudad de Londres, que ya contaba con un espacio expositivo de estas características, el denominado Dalí Universe, frente al famoso Big Ben, también ha anunciado en esta semana la reforma acometida en sus instalaciones. 3000 metros cuadrados se dedican a una retrospectiva permanente del que denominan como “el mayor vendedor de sí mismo y uno de los grandes genios creativos del siglo XX". Con más de 500 objetos artísticos, Dalí Universe es una de las mayores colecciones de obras del artista español en el mundo. En la muestra podrán verse esculturas, dibujos, joyas, grabados y acuarelas, entre otros. Uno de los platos fuertes es un óleo de 11 metros de ancho, Spellbound, que Dalí realizó para el decorado de la película homónima de Alfred Hitchcock en 1945.

Dalí Universe, Londres


La galería londinense ha anunciado una nueva organización temática a la hora de exponer sus fondos. Todo se articulará en torno a tres áreas: Sensualidad y Feminidad, Religión y Mitología y Sueños y Fantasía. La primera incluye el mundialmente conocido sofá inspirado en los labios de la actriz Mae West, así como Buste de femme rétrospectif (1933), que continúa siendo uno de las obras más representativas del Surrealismo de los años treinta. Religión y Mitología refleja la tempestuosa y ambigua relación que mantuvo Dalí con la Iglesia Católica. Las épicas ilustraciones que realizó de La Biblia y de La Divina Comedia de Dante Alighieri suman más de cien en esta área. Por su parte, Sueños y Fantasía se centra en la conocida fascinación del artista con el mundo del subconsciente y las teorías del psicoanálisis del neurólogo Sigmund Freud. Este trasfondo es considerado como el verdadero soporte en el que Dalí pudo expresar su personalidad a través de sus obras, como El perfil del tiempo (1977-1984).


Que Londres tuviera un espacio de esta importancia dedicado a Dalí se debe a la iniciativa de Beniamino Levi, Presidente de la Fundación Stratton y coleccionista de la obra del artista. Durante cuarenta años ha ido seleccionado cuidadosamente aquellas obras que ayudaran a comprender y desenmarañar las ideas y la vida de Dalí. Para Levi, Dalí Universe es la culminación de muchos años de admiración hacia el mundo surrealista del artista.


Decorados para Spellbound (Alfred Hitchcock, 1945)


La industria cinematográfica también quiere conmemorar el fallecimiento de Dalí con cinco películas, que serán realizadas durante 2009. Sólo una está lista, Little Ashes, que se estrenará en Estados Unidos el próximo 27 de marzo. Al Pacino, Antonio Banderas, Peter O’Toole, Robert Pattinson y Johnny Deep pondrán el famoso bigote de Dalí en su rostro y un pincel en sus manos para acercarse al artista catalán. Todos ellos interpretarán diversos aspectos de su vida (Dalí –se prevén dos películas con el mismo nombre–), como su relación con Federico García Lorca (Little Ashes); su llegada a Estados Unidos (Dalí); la escandalosa exposición Día y Noche en la Quinta Avenida de Nueva York (Goodbye Dalí); o los últimos años de su vida a través de la mirada de Stan Lauryssens (Dalí and I: The Surreal Story), quien escribió la novela Dalí and I.


El pan y Millet, constantes en la obra daliniana


Todos estos homenajes se unen a la reciente incautación de más de ochenta supuestas obras de Dalí, en la localidad malagueña de Estepona. Al parecer, la Policía Nacional impidió la venta de litografías, textiles, cuberterías, esculturas y bajorrelieves atribuidos al catalán, según fuentes del Ministerio del Interior. Ahora es la Fundación Gala-Salvador Dalí la que deberá ratificar la autenticidad de dichas obras, de las cuales una docena podría haber sido sustraída, como había denunciado la Interpol.


Como se desprende de estos acontecimientos, más allá del aniversario de su muerte Dalí sigue dando que hablar, ya sea para bien o para mal. Y es que Dalí –y su “otro yo” estrambótico- nunca pasó de moda, todo lo contrario. Siempre consiguió llamar la atención de todos, y así lo seguirá haciendo.


Una pieza incautada a la mafia marbellí

Una escultura de Dalí Universe se recorta en el paisaje frente al Parlamento

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El articulo informa e ilustra, como siempre, es un placer leerte.
Chica, tu sí que vales.
Gracias
Anónimo ha dicho que…
En el surrealismo de Luís Buñuel tuvo que ver muchísimo el delirum tremens como consecuéncia de las cogorzas que se agarraba, era alcoholico, por la mañana ya se servía un buñueloni,- negroni de ginebra-; como Federico Fellini rendía culto al sueño, solo que en el caso de Buñuel eran angustiosas pesadillas y en el maestro de Rimini eran mas festivas, una mezcla de circo y de burdel.

El presunto surrealismo de Salvador Dalí no son mas que criaturadas de un hombre-niño, ¿quien de niño no ha dibujado una polla ergida y eyaculando o un coño excitado?; otros, -como Buñuel-, eran burgueses que rendían culto a la anarquía, se enfrentaban a lo establecido, al poder a la religión. Dalí era un fascista y Buñuel era muy contradictorio con sus obsesiones con la religión católica, -planos que parecen postales religiosas-, y con las armas de fuego, -símbolo de poder fálico-.