El compromiso de Gina Pane

por Manuel Sánchez

Gina Pane, (Biarritz, 1939 - París, 1990)

Desde el mayo de 1968 los artistas toman las calles inspirados por la difícil situación en la que se encuentran los excluidos del planeta.

La versión laica y, afortunadamente más material, de la caridad cristiana es la solidaridad: implica la unión a sus semejantes y a la cooperación con los mismos. Es por tanto un concepto en el que las individualidades caen por un nosotros, una relación horizontal entre semejantes en el que se actúa directamente por el prójimo. Pero esta definición implica problemas: ¿qué ocurre cuando no estamos ante semejantes? Además la solidaridad es un concepto que se ha venido devaluando peligrosamente: cualquiera puede ser solidario en una aportación puntual que tiene mucho de obra de caridad para limpiar conciencias, pero sin un verdadero compromiso y sin un afán de cambio social.

Por ello, lo más acertado es hablar de justicia social, expresión no excluyente y activa en el seno de nuestras comunidades. Mientras que en la solidaridad uno da gratuitamente de lo suyo, en la justicia tiene que devolver lo que no es suyo. Como elabora Reyes Mate desde la Ilustración y su autonomía de la razón el concepto de justicia se limita a los actos que realiza exclusivamente cada persona desde su nacimiento. Pero esto realmente no es así. La justicia es una cuestión de tiempo e historia: heredamos tanto la riqueza como la pobreza, y por lo tanto somos también responsables de lo que no hemos hecho al recibir una historia común y una memoria que ni prescribe ni debe prescribir. Pero también tiene una dimensión antropológica y moral: la justicia o injusticia no es moralmente neutra al estar provocadas por el ser humano.

Por tanto nada de lo que le ocurra a ese prójimo nos puede ser ajeno, un prójimo que se convierte en el otro respecto a nosotros, en tanto ha sido ignorado y cosificado. Como si la vida consistiese en ayudarnos los unos a los otros para construir nuestra propia dimensión humana, para “ser” humanos. El otro se convierte en el secreto de nuestra existencia y vivir de espaldas a él, a su voz que clama justicia y a nuestras obligaciones es vivir en una falsa identidad. Por ello es tan importante la “alteridad” del otro y su “otredad”, sin la cual, como afirma Reyes Mate “no hay manera de construir la personalidad moral de uno”.

Gina Pane, Sentimental Action, performance, 1973

En estos términos de justicia social y alteridad hay que leer buena parte de los acontecimientos de revolución social que recorrieron Europa y América a finales de los 60. Desde luego, este conciencia de justicia social, no está implantado en todos. Se necesita actuar para promoverlo en un mundo incapaz de sentir lo que le pasa al otro, donde las imágenes atroces anestesian toda emoción. En este sentido el arte ofrece a partir de ahora un espacio de comunicación, de recuperación de la conciencia y el artista se convierte en un mediador social, rechazando categóricamente la neutralidad del arte frente a conflictos políticos y sociales.

Para la artista italo-francesa Gina Pane (1939-1990), el mayo del 68 fue una cooperación de fuerzas que trabajaban para asumir lo vivido en un rutilante clima donde la creatividad emergía de todas partes. El trabajo del artista estaba asumido en el público que no lo miraba sino que lo vivía y participaba de él. Sus instalaciones, y luego sus acciones muestran un continuo compromiso y responsabilidad con el otro, primero concretando su discurso en los desheredados de la tierra para luego abrirlo a un otro cualquiera.

Las instalaciones de su primera etapa, están en relación con la alimentación, la pobreza y las consecuencias de la guerra. Son obras que conceden a la alimentación connotaciones casi sagradas, como ocurre en Terre protégée (Tierra protegida, 1968) constituida por una porción de “tierra mágica” que contiene toda la semilla alimenticia necesaria para cultivarla, y a los animales domésticos. Con esta escenografía, muestra que hay recursos naturales suficientes para todos.

Ello está influido por los desastrosos procesos de descolonización en los Países del Sur durante la década de los 60 y los 70 marcados por la corrupción política y la “Crisis de la Deuda Externa” que cimentó las bases de la pobreza y el hambre en el mundo tal y como hoy los entendemos: la muerte cada dos segundos de una persona por hambre. Esta situación era bien conocida especialmente en Francia, al ser el principal lugar de encuentro de escritores y artistas negros procedentes de las colonias francesas en África y el Caribe que promovieron una corriente de simpatía con estas zonas con la consecuente crítica al colonialismo.

Gina Pane, Discours mou et mat, performance, 1975

Por ello son obras muy documentadas y con un marcado carácter racional, estadístico y científico bajo el que se sitúa una lectura más profunda: la toma de conciencia ecológica, sociológica y política. En los ejemplos que veremos a continuación hay claras alusiones al poder que tiene la guerra contra la inocente población civil y contra sus medios de subsistencia. La pêche endeuillée (La pesca enlutada, 1968) fue una obra absolutamente contemporánea por sus referencias y, según quiere transmitir Gina Pane, por el hecho de que nos afecta a todos. Relata la contaminación por bombas radioactivas, en uno de los múltiples ensayos atómicos de los Estados Unidos en el Pacifico durante 1954, tanto de pescadores japoneses como de millares de peces, que eran su principal sustento alimenticio. Para ello ciento ochenta urnas de madera pintadas de negro, orientadas diferentemente y enlazadas por gruesas cuerdas se dispusieron sobre 100 m2 de sábana, como un verdadero entierro colectivo.

En Le riz (El arroz, 1970-1971) reflexiona sobre la alimentación y la carga simbólica de este alimento. Reconstruye un arrozal donde desparrama diversos objetos, incluida una cartuchera en clara alusión a la guerra. A esto acompañaban una serie de documentos relativos a la producción mundial de arroz y a su consumo en los países del Tercer Mundo, y un neón publicitario con la palabra “riz”, advertencia a la facilidad de acceso que podemos tener a este alimento y la dificultad e importancia de su cultivo por los más pobres.

Gina Pane, Action Laure, performance, 1977

Con Nourritures, actualités télévisés, feu (Alimentaciones, actualidades televisivas, fuego, 1971), una de sus primeras acciones, colocó a la entrada de la galería una caja fuerte abierta, acompañada por la solicitud de una participación financiera: al menos el 2% del sueldo mensual para concienciarles de la pobreza en el mundo. En esta acción se sigue evidenciando un marcado compromiso social ante un sujeto que sufre una injusticia social, pero ya exige una mayor participación de su copartícipe, que progresivamente alcanzará un proceso de introspección. Gina Pane ya no trabajará sobre estas situaciones, sino sobre quien y porqué las transigen, ampliando el otro a cualquier persona.

Gina Pane, s/t, litografía, 1968 (colección particular). Una muestra del trabajo que desarrollaba la artista a la llegada de 1968

Desde una primera etapa marcada por las responsabilidad heredada ante las injusticias sociales que hacía del otro una persona muy concreta al estar marcado por el hambre, la pobreza o la guerra, evolucionará hasta considerar que el otro. En su segunda etapa la figura del otro puede ser cualquiera. Así, Gina Pane propone un acercamiento en la acción Je (Yo, 1972). Durante la misma se sube a una ventana desde cuyo exterior observa la vida de una familia, mientras que en la calle el público recibe algunas informaciones de la artista, que en calidad de mediadora les va pasando. Sin caer en el morbo o en el cotilleo hace una crítica al desconocimiento y a la ignorancia ante el otro. Porque cualquiera puede formar parte de la íntima multitud de cualquiera, y no sólo puede, sino lo necesita para convertirse persona, como ser en el mundo: yo soy el otro.
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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Que hermoso tu artículo, la verdadera inspiración que produce la difícil situación en la que se encuentran los excluidos del planeta. ¡te felicito!,,, Quisiera dejarte ese artículo, espero que te guste, http://mundoarte.portalmundos.com/el-compromiso-de-gina-pane/ se trata precisamente del compromiso de Gina Pane. Abrazos