TRIBUNA ABIERTA
José Mª Baez / para Ars Operandi
El Consejero de Cultura ha padecido esta semana una afrenta pública: Christine Ruiz-Picasso se negó a inaugurar una exposición en el Museo Picasso de Málaga, provocando una molesta y difícil situación tanto al Consejero como a la propia Junta de Andalucía. Tras soportar esta incidencia, Paulino Plata debería haber aprendido la lección y no actuar de igual forma, groseramente, con nada ni con nadie. Porque ningunear de forma pública y sin contrastar el precio de la Colección Circa XX es agredir a su propietaria, Pilar Citoler, y venirle a decir que no tiene ningún interés en que su colección se quede en Córdoba.
En el mundo del arte hay pocas certezas. Pocos artistas se han mantenido, a lo largo de los siglos, con una permanente valoración crítica. Artistas muy valorados en un momento dado han caido después en el olvido, y viceversa. Sin embargo sabemos que los precios en el mundo del arte suelen mantenerse y, con harta frecuencia incluso, experimentar revaloraciones expectaculares a pesar de las crisis económicas. Hay casos, no obstante, pero que Francesco Clemente haya bajado su cotización recientemente sólo nos habla de la burbuja especulativa sobre la que se apoyaba su obra. Y no son ejemplos trasladables al mercado español. Por eso es alarmantemente infantil el razonamiento de Paulino Plata vinculando el precio de la Colección Circa XX y el coste de la construcción del edificio del C4.
Pero el problema no se reduce a este ingenuo planteamiento. Plata, llevado de su histrionismo, no ha reparado en las contradicciones que ponen al descubierto sus declaraciones y tampoco ha advertido que, negando la ubicación de la Colección Citoler en el C4, se evidencian aún más las extrañas circunstancias que desde su origen han gravitado sobre este edificio. Un edificio, no lo olvidemos, surgido tras un concurso restringido de arquitectos, y publicitado antes de su construcción desde las páginas de papel cuché de las revistas pijas de arquitectura. Si no se contemplaba la exhibición de obras ¿era necesaria la especialización en espacios museológicos como se pidió en las bases del concurso? ¿Tanta desmesura para albergar unos simples talleres de artistas? ¿Tanta espectacular fachada para una idea tan básica? ¿27 millones de euros por unos locales de trabajo? Algo huele a podrido en todos estos delirios de grandeza y sin duda alguien habrá sacado tajada de la operación. Porque si lo que se pretendía era un centro de creación, un laboratorio de reflexión e ideas, el modelo estaba ya perfectamente definido. Los técnicos de la Junta de Andalucía sólo tenían que visitar Arteleku, una ejemplar institución que lleva bastantes años cumpliendo la función de semillero de los artistas vascos. Arteleku está situado en la periferia de San Sebastian y apartado de los reclamos turísticos. El edificio que lo alberga tiene la modestia externa de un instituto de barrio y el coste de su construcción fue modélico. No se precisa nada más, a menos que haya algunas cartas que no se hayan desvelado.
Sospecho que algo debe permanecer oculto y tapado. A principios de marzo pasado tuve un encuentro en Sevilla con Bartolomé Ruiz, secretario general de Políticas Culturales de la Consejería de Cultura e, imagino, superintendente de la casa. Le recriminé la posibilidad de que Córdoba perdiera la colección Citoler por el obstrucionismo encubierto de su Departamento. Nada de eso, me dijo, yo estoy dispuesto a ir a Córdoba y explicar las alternativas de la Consejería. Mira, ¿por qué no organizas una posible mesa de personas interesadas y celebramos un debate? El día 5 de marzo le remití una lista de personas suficientemente diversa y contrastada, para evitar polémicas de instrumentalización política e intereses personales. Bartolomé Ruíz, uno de los grandes especialistas en vender humo del PSOE andaluz, por supuesto ni me contestó. El millón y medio de euros que Plata dice dispondría para habilitar el Teatro Cómico era también la propuesta estrella con la que el secretario general de la Consejería deseaba sorprender. En estos tiempos de penuria económica por parte del Estado ¿de qué, sino de humo, estamos hablando?
Comentarios
En el caso malagueño, culpar a Plata de la salida de tiesto de Christine RP es cuando menos una temeridad. Resulta curioso comprobar que una exposición que ha estado sin ningún tipo de problemas en el MP de Barcelona causa ahora el estupor y la indignación de la nuera del genio. Quizás su verdadero problema sea que ahora no puede controlar el Picasso a su antojo como sí lo hizo hasta la llegada de Lebrero.
Respecto a lo acontecido esta semana con el envite de la uco-citoler primero y la salida extemporánea del consejero después, creo que ambos bandos adolecen en este asunto de falta la claridad y transparencia. No creo, por un lado, que sea de recibo incluir en los términos de un protocolo institucional una valoración aportada por la "propia propietaria" de la colección. Según tengo entendido existe una comisión creada al efecto y formada si no me equivoco por María Corral, Guirao y Bonet entre otros. Habrá que esperar el dictamen de ésta antes de lanzarse a aventuradas aseveraciones. Algo tendrá que saber ya el consejero cuando se atreve a rebajar un 75% el valor de Circa XX.
Yerra el consejero, sin embargo, al sostener sobre el precio de la colección su negativa a que ésta se incluya dentro del programa museográfico del C4. El argumento por sí solo resulta un tanto baladí.
No seré yo quien defienda la nefasta gestión de la Junta en el asunto c4, su indefinición y falta de transparencia. Pero despachar lo que puede ser un centro dedicado a la producción, investigación y divulgación de la creación contemporánea con el calificativo de "simples talleres de artistas" me parece que denota un poco de resquemor por parte de quien lo suscribe.
En conclusión: información, información e información. Por ambas partes. Con luz y taquígrafos. Que unos expliquen fehacientemente el valor de la colección que proponen y que otros den cuenta de una vez del proyecto de usos del centro de creación. Sólo así tendremos los elementos suficiente como para poder crear un acertado juicio de valor. Espero poder aportado algo como bien lo ha hecho José María Báez.
emeerreese
Sin duda el consejero debe tener conocimiento de la valoración de la colección, pero ¿era ese el ámbito y el ritual adecuado para pregonarlo?. Pero, independientemente de que sean 2 o 10 millones el valor de la colección ¿no es una absoluta memez comparar su precio con el coste de la obra?
Y, finalmente y contra lo que aventura el comentarista: no tengo ningún resquemor ni pretensión personal sobre el edificio y su posible uso, sea el que sea si es que algún día acaba definiéndose. Contrariamente a la muy extendida opinión entre artistas cordobeses, siempre he pensado que la actividad cultural pública está al servicio y al disfrute de los ciudadanos y nunca al servicio y promoción de los artistas.
José María Baez
Y no me argumentes que los ejemplos no son equiparables. Lo importante de una colección es que siempre suma. Y es el tiempo el que se encarga de redondear sus fondos.
José María Baez
Estoy de acuerdo en que hay que promocionar a los artistas loacles, pero no se puede ser artista a costa de lo publico y para eso estan los coleccionstas.
Y para el comentario anterior, decirle a Jose María Baez a estas alturas que tiene cierto resquemor, solo puede evidenciar envidia o desconocimiento.
Esta claro que el que quiere vivir de lo publico prefiere firmar como anonimo.
J.F.
Por eso, vincular Colección Citoler con C4, además de oportunismo –si queréis posibilismo- me resulta contradictorio. Quizá sea cierto lo que comenta Báez sobre que en las bases del concurso restringido se hablara sobre especialización de espacios museológicos pero creo recordar –porque participé en el grupo de trabajo que elaboró un dossier para que la Junta redactara las bases- que nunca se contempló la idea de albergar (conservar, investigar, exhibir...) una colección. Razón por la cual desde que se creó la polémica en torno a la posibilidad de que la Colección Citoler fuese al C4 siempre me he posicionado en contra.
También es cierto que quienes me conocen saben de mis dudas respecto a lo que oficial y oficiosamente se ha venido publicitando y filtrando sobre el C4. Que sea un centro de creación (producción), reflexión, investigación y exhibición artísticas me parece estupendo. Lo que se traduce en talleres, seminarios, grupos de trabajo, conferencias, debates y mesas redondas, además de exposiciones. No creo que quienes estén a sueldo de la Junta para definir el plan de usos y las finalidades del C4 –según me han dicho ya no hay nadie en estas labores, tan solo se trata, antes de abandonar el aparato, de otorgarle entidad jurídica al centro- quieran ser tan modernos como para abrazar sin más el “giro educativo” que está operando en algunos sectores de la contemporaneidad y así desmantelar toda posibilidad de seguir fetichizando objetos, actos e ideas como entes artísticos y en consecuencia proscribir las exposiciones como dispositivos obsoletos.
Ya digo que no creo que se trate de eso, pero entiendo el resquemor de Báez, porque la información no es todo lo trasparente y explícita que quisiéramos, máxime en lo que se refiere a su especialización, que no exclusividad : un centro dedicado a los nuevos lenguajes, a las nuevas tecnologías. ¡Estupendo, fenomenal! Pero no exclusivo. Prácticamente todos los artistas actuales utilizan en mayor o menor medida las nuevas tecnologías. Pero por favor seamos indulgentes, generosos e inclusivos, no le exijamos limpieza de sangre tecnológica a lo que deba producirse, investigarse y exhibirse en el C4. Sigamos siendo críticos pero abriendo el haz de posibilidades en lugar de constreñirlo. No aboquemos la capacidad de generar dinámicas del C4 a una sola técnica y/o tipología artística, ni por supuesto tampoco cercenemos la proyección de un centro como el que se puede perfilar desde nuestra ciudad para albergar una colección de arte porque no es el lugar adecuado.
Salud/os deseo.
A.L.P.V.
el problema es que este debate no existiría si los compromisos políticos se hubieran cumplido. me refiero a la nueva sede del museo de bellas artes, que si gaulhofer no lo remedia, dormirá el sueño de los justos para siempre. si toda la energía que estamos gastando en este debate la hubiéramos utilizado para reclamar lo que se viene prometiendo desde hace casi diez años, otro gallo nos cantaría. el nuevo bb.aa es una necesidad perentoria porque ya sabemos las condiciones en las que se trabaja en antiguo hospital de la caridad. además la inclusión de la colección citoler paliaría las enormes lagunas que posee en materia de arte contemporáneo y asegurarúa un espacio digno para la colección. hoy aseguraba angelina costa en rueda de prensa que si se consigue la capitalidad el ministerio acometerá el proyecto del nuevo edificio. crucemos los dedos
TTA
En mi opinión el debate es muy elemental: Hay una posibilidad de que la ciudad obtenga una colección de arte contemporáneo y hay que encontrarle un lugar para albergarla. Habilitar ese espacio no es fácil ni barato y por tanto, se corre el peligro de perder la colección.
Este, y no otro, es el problema. Así que veamos las posibilidades posibilistas que tenemos a nuestro alcance para solucionarlo.
Reconducir (ahora que está en proceso de construcción) el C4 podría ser económico y fácil. Que este edificio no tenga definidos sus usos últimos ni cuente con responsable de su gestión ni programa mínimo elaborado propicia su apropiación. Ojo, no digo anulación porque obviamente la colección no tendría que ocupar todo su espacio ni postergar las labores de creación y producción del C4. Una inteligente menage a trois podría ser perfectamente factible.
Esta solución sería puntual y hasta tanto el nuevo Museo de BB.AA. estuviera construido. En ese momento la colección pasaría a integrarse en sus fondos de arte contemporáneo y podría cambiar de emplazamiento. Desconozco los detalles concretos de lo que haya comentado Angelina Costa sobre el Museo de BB.AA., pero ella mejor que nadie debe saber que antes de que el Estado central acometa su construcción el Ayuntamiento de Córdoba debe disponer de su suelo. Para ello el Ayuntamiento tiene que empezar a negociar con los propietarios y expropiar la zona ocupada a la espada de la Calahorrra. La parcela municipal libre al lado (junto al Hesperia) está precisamente a la espera de entrar en esa negociación. Una vez recorrido este largo y tortuoso camino el Estado tendrá que organizar un concurso para la redacción del proyecto y, resuelto éste, un nuevo concurso para la construcción del edificio. Sin demoras nos podemos poner en torno a 2016. Ea, fijaros que fecha más curiosa!
Si, curiosa, pero larga. Y la solución de la colección debería adoptarse en breve, como se hizo en Cáceres con Helga de Alvear.
Y un detalle final. Debatir sobre este tema es hacer política. Por eso es interesante que se piense, generosamente, en el ámbito de la ciudad. Que ganamos, que sumamos. Y nos dejemos de gaitas. Sin duda nuestras reflexiones podrán ser de utilidad para el próximo gobierno de la Junta de Andalucía, que sin duda será quien adopte la solución definitiva, visto el muermo y la inopia del actual.
José María Baez
1.-Estoy completamente de acuerdo con el planteamiento de Jose María Báez,particularmente de lo expresado en su último comentario publicado.
2.-Utilizar el Centro Filarmónico - un edificio que solamente sirve para lo que es y en todo caso para lo que ha venido sirviendo-, como moneda de cambio en esa dificil transación que es tanto la Coleccion Citoler como el futuro edificio del MBBAACO, parece un claro y nuevo sinsentido, que la ciudad tendrá sin duda que pagar en un futuro muy próximo.
FG