Willem de Kooning: retrospectiva en el MoMA

Desde Nueva York: Fanelo Aguayo


Willem de Kooning. © 2011 The Willem de Kooning Foundation/Artists Rights Society (ARS), New York

La totalidad de la sexta planta del MoMA de Nueva York está ocupada estos días por uno de los acontecimientos museísticos más importantes de la temporada, de Kooning, a Retrospective. Se trata de la primera exposición dedicada a analizar la totalidad de la trayectoria artística de Willem de Kooning (1904-1997), desde su primera naturaleza muerta a la edad de 12 años, hasta las últimas pinturas de 1987, cuando el Alzheimer ya había hecho acto de presencia en su vida. Como importancia añadida, la muestra, compuesta por casi doscientas piezas de indiscutible relevancia, no se repetirá en ningún otro museo del mundo, lo que la convierte en una oportunidad única –la primera y la última– para poder apreciar y admirar la trayectoria íntegra de este complejo artista,

John Elderfield, comisario jefe de pintura y escultura del MoMA, ha dividido esta vasta exposición en siete salas, cada una dedicada más o menos a una década. Este planteamiento cronológico en apariencia tan simple permite curiosamente al espectador apreciar la notoria complejidad de de Kooning a simple vista, mostrando su obra como un ente dual y al mismo tiempo unitario. Como indica Holland Cotter, del New York Times, en cada sala "vemos pinturas figurativas y abstractas de más o menos la misma fecha, y no sólo unas al lado de las otras, sino interactuando, entretejidas, fusionando identidades; la abstracción respira, sonríe y sangra; las figuras relucen y se estremecen hasta convertirse en color y línea".

Willem de Kooning estudió en la Academia de Bellas Artes de Rotterdam, su ciudad natal. Siendo aún un adolescente comenzó a trabajar para una empresa de diseño comercial, donde aprendió técnicas que dejarían una huella fundamental en su propio modo de operar. En 1926 emigró a los Estados Unidos y se estableció en Nueva York. Por entonces comenzaría a sentir las influencias de Matisse, de Chirico, y de contemporáneos como Gorky, Stuart Davis y John Graham.

A mediados de los años 30 comenzó a trabajar para el Federal Art Project, donde realizó estudios para murales públicos, entre los que se encuentran sus primeros dibujos abstractos. Esta experiencia lo convencería para convertirse definitivamente en pintor a tiempo completo. Empezó a pintar figuras e interiores abstractos, proclamándose contrario a la abstracción geométrica tan popular en el Nueva York de entonces.

En 1945 de Kooning comenzó a ganar notoriedad con su obra Pink Angels, el último cuadro de la primera serie dedicada a mujeres. Pink Angels culmina una evolución evidente dentro de esta serie en la que el cuerpo femenino se transforma y acaba perfectamente disuelto en su entorno. En ella hay guiños a Picasso, Matisse y Miró, pero fue la cabeza de pescado que forma el pie del ángel la que conmocionó al mundillo artístico local.

Sin embargo no sería hasta 1948 cuando su nombre comenzara realmente a resonar a nivel mundial, y lo fue con motivo de su primera exposición individual. Curiosamente en ella no había ni una sóla figura, estando compuesta en su mayor parte abstracciones en blanco y negro.

A partir de entonces de Kooning siguió trabajando en dos direcciones: por una parte, comenzó una nueva serie de composiciones sobre mujeres, más violentas y grotescas que las anteriores; y por otra, no dejó de pintar abstracciones predominantemente en blanco y negro. Sin embargo, en esta última serie la abstración dará un giro de 180º a la polaridad del blanco y negro, de forma que el blanco pasó a dominar la paleta. A esta serie pertenece su obra Excavation, considerada por muchos como su obra maestra hasta esa fecha.

En junio de 1950 comenzó a pintar Woman I, obra que tardó dos años y medio en concluir y que marcaría el cambio artístico más importante de su carrera. Con ella comenzaría la tercera y más celebrada serie sobre mujeres, formada por seis cuadros en total y expuesta en 1953, causando un escándalo y un furor instantáneos entre críticos y amantes del arte.

Una vista de las salas. Foto: Bruce Barton

En 1960 de Kooning comenzó a visitar East Hampton, en Long Island, donde se mudaría definitivamente en 1963, y donde completaría una serie de ¨escenarios pastorales abstractos¨. En su estudio junto al mar trabajará en obras con un tono radicalmente diferente a todo lo que había hecho con anterioridad, un tono marcadamente bucólico, con referencias a Homero, impregnado por un plácido espíritu de satisfacción. Según Cotter, en esta época predominan "los azules del bluebird, el amarillo de los junquillos y los rosas de Tiépolo".

En 1969 de Kooning se interesa por la escultura en Roma, donde realizó un grupo de pequeñas esculturas de arcilla que más tarde se llegarían a forjar en bronce. Entre 1972 y 1974 llevó a cabo maquetas para esculturas que tenían casi las mismas dimensiones que las esculturas para las que estaban destinadas. También por esta época y tras un viaje a Japón, donde quedó fascinado por la caligrafía y la técnica de pintura a brocha Sumi, de Kooning comenzó a interesarse por la impresión. No dejó por ello de pintar, y en la segúnda mitad de los 70 realizó una ambiciosa serie de composiciones que fusionaba la abstracción y el cuerpo femenino.

En 1981, el arte de de Kooning vuelve a cambiar una vez más dejando atrás las pesadas líneas de los 70 y concentrándose en superficies suaves y en el uso de colores ligeros y transparentes. En 1983 este cambio se radicalizó, los cuadros se volvieron más y más simples hasta convertirse, como indica el catálogo de la exposición en ¨extensas áreas de diversos blancos atravesados por estrechas bandas y líneas móviles, dando la impresión de que las superficies se abrochan entre sí y se retuercen en el espacio mientras dan forma a una figuración elusiva¨.

Esta vasta y única retrospectiva está teniendo un significativo éxito de público y crítica, y permanecerá abierta hasta el próximo 9 de enero.

 de Kooning, a Retrospective
Museum Of Modern Art, Nueva York
Del 18 de septiembre de 2011 al 9 de enero de 2012
Comisario: John Elderfield


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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelente artículo, Fanelo. No dejes de regalarnos perlas como esta.

Me tomaré un Macallan a tu salud. Un abrazo

Álvaro Tarik
Anónimo ha dicho que…
Alvaro, tendrás genio y figura hasta la sepultura!

fanelo