Retrospectiva de Jose María Córdoba en Marbella


Hombre con pez en la cabeza, bronce de José María Córdoba
Redacción / Ars Operandi

El artista José María Córdoba (Córdoba, 1950) presenta en Marbella en estos días una revisión de trabajos realizados en los últimos treinta años. Bajo el título de La ciudad sumergida, la muestra ocupa una doble sede; desde el pasado 3 de mayo, las salas Capilla y Vilató del Museo del Grabado Español Contemporáneo y a partir del próximo jueves, el Centro Cultural Cortijo de Miraflores de la localidad marbellera. Son en total alrededor de 90 obras en las que se puede seguir la evolución del artista cordobés afincado desde hace décadas en la costa malagueña. La ciudad sumergida toma el nombre de algunos grabados y series de pinturas del autor en los que representa escenas urbanas en el fondo marino, "una metáfora del silencio, como pretexto para nuevas relaciones entre formas y colores, fantasia poética, obras que significan por su contenido y su estética".

El Museo del Grabado acoge dibujos y obra seriada –grabados y bronces– realizados desde finales de los 80 hasta 2012. Allí se pueden contemplar sus grabados de temas literarios, mitológicos y simbólicos junto a otros más recientes de cariz más experimental con raíces en la obra picassiana y el grupo CoBrA. Las esculturas de bronce, de pequeño formato, plantean, por su parte,  nuevos significados a partir de las relaciones que se establecen entre dualidades: perro con máscara, hombre con un pez, mono que lee un libro. Las salas del Centro Cultural Cortijo Miraflores albergan los óleos de gran formato, las esculturas de hierro y los dibujos. 

Iluminado, aguafuerte y aguatinta de José María Córdoba
El recorrido artístico de José María Córdoba queda así patente en su evolución desde mediaos de los 70 cuando trabajaba en una figuración de influencia expresionista o posteriormente cuando adoptó un lenguaje más surrealista y metafísico. A principios de los años 80 se produce "un cambio vital" que se tradujo en un giro hacia la abstracción, "una estética, afirma el autor, en la que, sin embargo, "necesitaba desarrollar un tema, poniendo varios elementos en relación dentro de la obra. Luego fui girando hacia el aislamiento de los personajes, que poco a poco volvieron a surgir desde la figuración". La doble muestra se completa con la edición de una carpeta de obra gráfica, homónima de la exposición, en las que José María Córdoba representa escenas urbanas en el fondo del mar "como metáfora del silencio y de la soledad que ilustran tanto las figuras humanas como las marinas".

Aunque afincado en Fuengirola desde principios de los 80, José María Córdoba ha mantenido a lo largo de su carrera una estable relación artística con la ciudad que data de 1975 cuando inaugura su primera individual en la galería Studio 52. Por esos mismos años su obra se puede contemplar en algunas de las galerías con las que contaba la ciudad como Atrium, Juan de Mesa o Manuela. Tras un paréntesis de diez años, la obra de Córdoba vuelve a la ciudad de la mano de la galería 2000. En el año 2000 vuelve a colgar en Studio 52, antesala de su colaboración con la galería Carmen del Campo. Allí se han podido contemplar sus dos últimas exposiciones individuales en la ciudad, Lingua franca en 2003 y Las Tentaciones de San Antonio en 2008. De manera colectiva la obra de José María Córdoba ha estado presente en alguna de las muestras más significativas del arte cordobés de las últimas décadas como Córdoba. Arte Contemporáneo 1957-1990, Pintar el Museo en el Museo de Bellas Artes o Figuras Contaminadas en el Palacio de la Merced.

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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Enhorabuena José María. Haremos lo imposible por pasar a verlas. Un abrazo.
A.L.P.V.
Miguel Gómez Losada ha dicho que…
Un abrazo para José María Córdoba: tengo un magnífico recuerdo tuyo de aquellos días en Mijas con mi padre.

[Miguel, hijo de Marcial Gómez]