¿Qué PINTA Equipo 57 en Londres?


Sin título, óleo sobre lienzo de Equipo 57 en Pinta, Londres. Foto: Cortesía de la galería
A. L. Pérez Villén/ Ars Operandi

Aunque no es muy conocida por el público, amén de ser una feria joven, PINTA atrae a los habituales del medio artístico por su profesionalidad, por ello no es de extrañar que participen galerías españolas, no muchas porque se trata de un evento de mediano formato. Después de algunas convocatorias en Nueva York la feria ha desembarcado en Londres y permanece centrada en el arte moderno y contemporáneo latinoamericano. Este año se dedica una especial atención al arte español y portugués y más concretamente a la tendencia de la abstracción geométrica, al arte concreto, arte cinético y arte conceptual. Todo lo cual debería apuntar a la insoslayable participación de Equipo 57, entre otros artistas ibéricos. Y así va ser, pues la Galería Rafael Ortiz (Sevilla), además de llevar a sus artistas habituales ha conseguido un stand exclusivo (Art Project) para mostrar una nutrida selección de obras del colectivo.

 No está de más recordar que Equipo 57 es un grupo de artistas que se crea en 1957 en París y que después de unos meses de entradas y salidas de sus miembros se consolida con Juan Cuenca, Ángel Duarte, José Duarte, Agustín Ibarrola y Juan Serrano. Un colectivo que como tal se negó a trabajar y a figurar individualmente, que dio lugar a una serie de reflexiones teóricas y críticas interesantísimas (además de premonitorias y antagonistas), que se caracterizó por indagar en la posibilidad de fijar una gramática de la creación artística, por experimentar con las posibilidades plásticas del espacio y por diversificar una producción –pintura, escultura, estructuras arquitectónicas, cine experimental, diseño de mobiliario- que lejos de pretender ser objeto de deseo para el mercado venía a culminar un proceso analítico en el que todo era mediado-discutido por sus integrantes.

Sín título, escultura de piedra artificial de Equipo 57 en Pinta, Londres. Foto: Cortesía de la galería
En su corta trayectoria, desde 1957 a 1962 en que se disuelve, Equipo 57 logra atraer la atención de la crítica española –muy feroz por su rechazo tanto del expresionismo abstracto como del subjetivismo de los artistas y por su posición contra el franquismo- y realiza exposiciones en distintas salas, algunas de ellas muy significativas por su posterior repercusión y su carácter germinal, como por ejemplo Ordenadores en el arte que se montó en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid como consecuencia de los seminarios –Generación automática de formas plásticas- celebrados durante el curso 1968-1969 y en la que vienen a participar autores como Alexanco, Elena Asins, Barbadillo, Soledad Sevilla, Sempere, Vasarely e Iturralde, entre otros. Pero como apuntaba, será a partir de su disolución y fuera de España donde comienzan a adquirir el peso que aquí se le negaba. Participaron en exposiciones de tendencia (arte concreto y derivados), como las que se celebraron en torno al Groupe de Recherche d´art visuel (GRAV) o la paradigmática The eye responsive, celebrada en 1965 en el MOMA de Nueva York, que aglutinó las derivaciones de la abstracción geométrica hacia el arte cinético, op-art...

Aquí en España los reconocimientos llegaron tarde pero llegaron bien. En 1993 el Reina Sofía de Madrid le dedica una documentada retrospectiva –menguada se pudo ver en Córdoba- y años más tarde el C.A.A.C. de Sevilla hace lo suyo. Sin embargo hay que decir que desde comienzos de los ochenta, muy tímidamente, el mercado comienza a reconocer el protagonismo de Equipo 57 en el arte abstracto español de la segunda mitad del siglo XX; mejor dicho, en el arte analítico, procesual, comprometido y de concepto en España. Tanto es así que ya en las primeras ediciones de ARCO en Madrid, la que había sido su galería trampolín, la parisina Denise René, siempre mostraba pinturas de Equipo 57 en su stand. Poco a poco se han ido sumando otras galerías, los museos han reconocido la necesidad de contar con obra suya para dar testimonio de lo acaecido en el arte de la centuria pasada y progresivamente la obra de Equipo 57 ha ido saliendo a la luz, incluso se han realizado producciones posteriores, habida cuenta de la desaparición o deterioro de las piezas originales y máxime cuando el estatuto que el colectivo otorgaba a la obra no era el de objeto de contemplación sino el de conclusión de un periplo creativo en el que lo importante era el proceso.

Gouache de la película Interactividad Cine I. Foto: Cortesía de la galería
 Sea como fuere lo cierto es que lo que presenta Rafael Ortiz de Equipo 57 en PINTA merece la atención. Para empezar el diseño del stand es obra de Juan Cuenca y Juan Serrano y lo que contiene es una selección de gouaches, pinturas, esculturas, mobiliario y cine experimental. El grueso de los gouaches está integrado por los que se realizaron en el verano de 1957 en una vivienda a las faldas de la sierra cordobesa, que además de taller hacía las veces de vivienda para algunos de los miembros de Equipo 57 que no residían en la ciudad. Unos gouaches –se realizaron más de 400- cuya finalidad perentoria no era otra que la de servir de material para la filmación de secuencias que componían mediante su animación la apariencia de planos de color que se iban solapando y dinamizando. El resultado es Film Interactividad nº :1, que se mostraría en la exposición que Equipo 57 realizaría en noviembre en la madrileña Sala Negra. Es en este momento cuando por primera vez aparece el colectivo denominado como tal y también cuando se esbozan los primeros detalles de lo que será su Teoría de la interactividad del espacio plástico.

 En cuanto a las pinturas, también están muy bien representadas sus diferentes etapas a excepción de las primeras (Café Rond Point, Denise René, Sala Negra) pues figuran las que el colectivo realizó durante su estancia en Copenhague (con un cromatismo muy particular y que denotan el paso de la etapa en que las inflexiones eran angulosas y expresivas a la que comienzan a ser más romas y equilibradas), así como las pinturas canónicas que mejor representan la teoría plástica de la interactividad (Club Urbis y Sala Darro) y las finales –muy complejas y barrocas- que hacen presagiar posibilidades ópticas (Sala Céspedes). Entre las esculturas –algunas de varilla metálica, realizadas a partir de los muchos bocetos que el colectivo no pudo desarrollar en su momento- destaca una en piedra artificial que estuvo presente en las muestras de Darro y Céspedes y que representa en tres dimensiones la continuidad y el dinamismo espacial (dentro-fuera, encima-debajo, delante-detrás) que las pinturas desarrollaban en plano. Por último, de mobiliario, se presenta la ya célebre banqueta (reeditada) que hace más de cincuenta años fue realizada por Darro. Una pieza de museo por la que no parecen pasar los años y que, no obstante su pulcritud formal y elegancia funcional, resiste cualquier peso razonable. 

Pinta London 2012
Equipo 57. Galería Rafael Ortiz. Stand A01 
Earls Courts Exhibition Center
Del 7 al 10 de junio

Bookmark and Share

Comentarios

Mizar ha dicho que…
No van a ser los únicos cordobeses en Londres. En la Tate Modern hay un par de obras de Espaliú, aunque la última vez que estuve no estaban en exposición.
Anónimo ha dicho que…
Lo siento, pero la exposicion de Nueva York de 1965 en el MoMA (no en el MOMA) no se llamo The eye responsive, sino The Responsive Eye. Ah, y en Vimcorsa se celebro una excelente muestra monografica sobre la escultura del Equipo 57, de la que el Sr. P.V. no dice nada, y que motivo la donacion de su escultura para el Parque Miraflores.

AMAZING WEIGHT LOSS