El arte contemporáneo se une en defensa de la supervivencia del sector

Nova col·lecció, obra de Daniel G. Andújar para NO retalleu la Cultura
Redacción / Ars Operandi

Las asociaciones profesionales que conforman el sector de arte contemporáneo en nuestro país han hecho pública una carta abierta dirigida al Presidente del Gobierno de España y al Ministro de Hacienda en protesta contra la subida del IVA y el incremento de las retenciones del IRPF. Desde Ars Operandi queremos sumarnos a esta iniciativa en contra de unas medidas que van a afectar de manera determinante a un sector diezmado ya por los sucesivos recortes que se vienen realizando en las políticas culturales en los últimos años. El documento que a continuación reproducimos en su integridad está respaldado, entre otras organizaciones, por la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España, la Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo, el Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales de España, el Consorcio de Galerías Españolas de Arte Contemporáneo, el Instituto de Arte Contemporáneo, Mujeres en las Artes Visuales y la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales. Las mismas organizaciones han elaborado también un "Manifiesto por la cultura en España" en el que exigen la retirada de las medidas que "atacan a la supervivencia del tejido cultural de nuestro país", como es el incremento del IVA al 21 %. De igual manera reclaman abrir un proceso de negociación con el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte para "analizar la realidad económica de la cultura española y adoptar las medidas que, en la actual situación de crisis, garanticen su supervivencia". Para ello proponen la elaboración conjunta de un Plan de Apoyo y Protección de la Cultura, "hoy más necesario que nunca, como contribución de los profesionales y empresas culturales de España a la salida de la crisis". Las organizaciones firmantes afirman que "hasta ese momento, rechazamos nuestra participación en todo acto o convocatoria promovido por el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte" como muestra de protesta ante las medidas tomadas el pasado 13 de julio.


«Los profesionales del arte contemporáneo vienen constatando desde hace un tiempo el progresivo desmantelamiento de estructuras básicas para su funcionamiento, con una reducción de los presupuestos de las diferentes administraciones con competencias en cultura muy superior al aplicado en otros sectores productivos de este país.

Según consta en la Cuenta Satélite de la Cultura en España, elaborada por el anterior Ministerio de Cultura, las actividades culturales y las actividades ligadas a la propiedad intelectual en el periodo 2000-2009 supusieron un aporte al VAB (Valor Añadido Bruto Total) del 3,2% y el 4,1% respectivamente. Es decir, como se indica en dicho informe, la contribución de la Cultura es “superior al VAB generado por la Energía, 2,7% de media en el periodo, siendo la aportación de las actividades vinculadas con la propiedad intelectual también superior a la derivada de la Agricultura, Ganadería y Pesca, por término medio en el periodo analizado.” El Anuario de Estadísticas Culturales 2011 elaborado por el Ministerio, indica que “el volumen de personas ocupadas en 2010 en el ámbito cultural se situó en 508.700, lo que supone un 2,8% del empleo total en España”.

Entonces, ¿cómo es posible que el Gobierno de España atente contra uno de los sectores más productivos de nuestra economía?

Tras los severos recortes aplicados a las ayudas directas a los artistas, a las instituciones públicas (museos y centros de arte), al apoyo a los centros de creación y producción artísticos y a las iniciativas de exhibición, promoción e internacionalización del arte español, ahora se añade un incremento desorbitado del IVA y de las retenciones del IRPF que afectan directamente a los artistas y a las diversas actividades de todos los agentes que intervienen en la producción y difusión artística. Esto va a suponer la puntilla para un sector fundamental en el desarrollo cultural, económico, industrial y social de España.

 Precarizado ya hasta el límite el sistema público, el sector profesional de arte contemporáneo está muy afectado por el ataque contra la iniciativa privada. Las desproporcionadas subidas del IVA y las retenciones del IRPF ocasionarán un efecto devastador sobre el tejido empresarial cultural, el sector de los creadores y el mercado del arte, la condición de los autónomos (artistas, comisarios, críticos, gestores culturales….) y las PYMES, todos ellos muy dañados por la crisis económica y por la paralización de muchas colecciones públicas y corporativas.

De aplicarse la subida del IVA anunciada, un artista tendrá que facturar con un IVA del 21% (ahora es del 8%). Esto supone literalmente la desaparición del IVA reducido. La consecuencia  inmediata para las galerías de arte españolas es la imposibilidad de competir con cualquier país de la Comunidad Europea. Todos ellos, sin excepción , tienen derecho a aplicar este impuesto reducido. Nosotros hasta ahora también lo podíamos aplicar y es aproximadamente un 13% de manera que la subida de septiembre será del 8%. Siempre será mucho más ventajoso comprar en cualquier otro país lo que avocará a la mayoría de las galerías al cierre o al traslado a otro país de nuestro entorno cercano.

También hay que tener en cuenta que la mayoría de los museos públicos españoles, que tienen ya presupuestos que sólo les permiten mantener la actividad mínima, verán cómo esta subida del IVA limita aún más sus posibilidades de ampliar y mantener sus colecciones y de aprovechar las oportunidades que surgen en el mercado del arte, como también reducir la actividad de producción,  encargo  y promoción de obra de los artistas. El efecto sobre el coleccionismo privado, que sustenta en buena parte la red de galerías de arte -con un papel decisorio en la difusión del arte actual y en la subsistencia económica de muchos artistas- será aún más nocivo. A ello se añade el daño a las empresas de gestión y proveedores varios (diseño, montaje, ediciones ...) de las infraestructuras culturales.

Por si fuera poco, además del perjuicio económico a un sector que aportó más del 4,6% del PIB entre 2000 y 2009 (ver Cuenta Satélite de la Cultura Española), el Gobierno de España está atentando contra el artículo 44 de la Constitución Española que proclama la obligación de los poderes públicos de promover y tutelar el acceso a la cultura. Se trata de un derecho irrenunciable defendido por la Unión Europea, en sintonía con la Declaración de la UNESCO (México 1982).

Por todo ello, los abajo firmantes exigen una retirada de las medidas propuestas el pasado día 13 de julio y se suman a la iniciativa emprendida por la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural  para mantener conversaciones inmediatas con el Ministerio de Hacienda y la Presidencia del Gobierno con el fin de abordar el problema planteado, toda vez que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha desoído al conjunto de las asociaciones profesionales del sector del arte contemporáneo en su propuesta de creación de una mesa de trabajo para planificar conjuntamente la defensa de la cultura.

Nuestro país no puede permitirse la desactivación del arte y la cultura. Por ello el Gobierno de España ha de poner freno inmediato a la adopción de medidas imprudentes que dañarán de forma irreversible al patrimonio artístico nacional; medidas tomadas desde la instancia política, sin contar con la opinión y las contribuciones de los profesionales del sector».

 Bookmark and Share

Comentarios

Paco Muñoz ha dicho que…
La cultura es una cuestión que es una losa para la derechona, siempre lo ha sido. Interesante trabajo.
Saludos
Anónimo ha dicho que…
Malos tiempos pra la plástica. Si desde hace muchos meses la iniciativa pública en materia de arte contemporáneo había mermado sustancialmente, también por supuesto en cantidad, ahora le llega el turno a la privada. Con las nuevas medidas del gobierno es posible que al final cumplamos los objetivos de déficit comprometidos con Europa, pero está claro que el sector artístico y cultural español no sólo no crecerá sino que moriremos en el intento. ¡Qué miseria más grande!

Sara Pulido