El final de la fiesta. José Jurado en la Sala Iniciarte

Córdoba III, 2015. Fotografía impresa sobre lienzo y marco tallado de José Jurado. Foto: Cortesía del artista
Tete Álvarez / Ars Operandi

La Sala Iniciarte presenta el tercero de los proyectos seleccionados en su convocatoria de 2015. Tras las presentaciones de Rafael Blanco y Clara Gómez, ahora es el turno de José Jurado, artista de Villanueva del Duque que recientemente traíamos a nuestras páginas a raíz de la adquisición que hacía el CAAC de una de sus obras y su participación en la colectiva No ver, oir y callar celebrada en el propio Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Aquí en la ciudad, sin embargo, no han sido muchas sus incursiones y solo consta su paso en 2009 por Un nuevo comienzo, con artistas becados por la Fundación Rafael Botí, y más recientemente la presentación del proyecto Paisaje Interior en la sala del Colegio de Abogados. Resaca Nacional es ante todo un trabajo de base documental, –se trata de registrar los restos de los botellones que a primera hora de la mañana proliferan en las diferentes ciudades españolas–, pero que en su puesta en escena acude a recursos que lo emparentan con el género del bodegón barroco. No en vano, las imágenes fotográficas se nos presentan impresas sobre lienzo y enmarcadas con recargados marcos de madera que imitan a los de la época. Aquí las referencias a las naturalezas muertas de los maestros flamencos son obligadas. Autores como Pieter Claesz o Jan Davidzs de Heem abundaron en esta representación de copas vacías volcadas y restos de viandas esparcidas por la mesa que anunciaban el final de la fiesta, el fin del banquete.

Obras de José Jurado en Resaca Nacional. Foto: Ars Operandi
Dos aproximaciones a la serie de José Jurado, una estrictamente artística y otra desde el campo de la sociología, se dan cita en el texto editado con motivo de la exposición. Por un lado, el especialista en pintura barroca Angel Aterido plantea en Ida y Vuelta del bodegón en el arte español un recorrido por algunos de los artistas que han cultivado el género como Luis Meléndez, Goya, Sorolla, Picasso o Juan Gris. Aterido concluye que la evolución del género de la naturaleza muerta partió de "la tensión entre lo nuevo y lo viejo; lo aceptado y lo que cuesta asumir; lo que tiene alguna trascendencia para el que lo contempla; o lo que pasa desapercibido. Quienes dejan la botella de refresco a medio vaciar sobre un banco, con el casco vacío de un ron de marca blanca, los vasos volcados o las bolsas que los contenían seguramente no saben quien era Antonio de Pereda. Fue uno de los pintores barrocos que creó algunos de los Desengaños del mundo más rotundos. Pereda acumulaba objetos sobre mesas que, aunque dispuestos con intención artística, buscaban hacer creer al espectador que se fueron amontonando con el paso del tiempo. Aunque el mecanismo es similar, no eran banquetes sin recoger como pintaban los holandeses, sino asombrosos despliegues de joyas, armas, flores, atributos de honores terrenos... que no valían de nada al morir. Hoy es difícil ver en los restos de un botellón (cómo se parece a la palabra bodegón) una reflexión trascendente sobre el final de los tiempos; aunque para algunos sí es el final de algo más que una fiesta: de unos determinados valores sociales, de la consolidación de costumbres y formas de relación, de un momento concreto de nuestro devenir como sociedad y, por tanto, siempre objeto de reflexión artística. Pero después del botellón, con el día de resaca, con esa luz que no tiene piedad: ¿quién se para a pensar en todo esto?".

Azca II, 2011. Fotografía impresa sobre lienzo y marco de madera de José Jurado. Foto: Cortesía del artista

El segundo de los análisis de la obras de José Jurado viene de la mano de Artemio Baigorri, investigador de temas relacionados con la juventud y el ocio nocturno y autor del primer estudio sociológico sobre el fenómeno juvenil publicado bajo el título Botellón. Un conflicto postmoderno. Baigorri destaca cómo un encuentro que empezó siendo festivo y colorista ha acabado por adquirir tintes negativos para una gran parte de la sociedad. Y es que, como indica el autor, esta forma de ocio juvenil nocturno autogestionado se ha convertido ya en un fenómeno global. Reuniones de jóvenes en el espacio público en torno al alcohol son habituales en paises como Italia, Portugal, Francia, Suiza o Alemania, algunas veces imitando incluso la expresión española. Para el sociólogo, un factor clave para poder contextualizar este fenómeno es la instauración del ocio como uno de los sectores fundamentales de nuestra sociedad. Y en esa nueva industria del ocio, afirma,  "el alcohol es el combustible, tan importante como el petróleo. De ahí otra de las tendencias globales: el creciente poder de las multinacionales del alcohol, hoy una de las locomotoras de la economía mundial, cuyas inversiones publicitarias y esponsorizaciones permiten un masaje permanente de la población joven, que ha pasado a ser su target básico". Y lejos de culpabilizar a los más jóvenes Baigorri dirige su mirada a los padres y adultos: "Los jóvenes beben porque han aprendido que beber forma parte de la diversión y de la noche, a través de sus familias y de todos los productos culturales con que la sociedad les transmite los valores en los que les socializa. Hacen botellón porque las estructuras sociales les dicen, sin palabras pero con muchas imágenes, e imaginarios, que deben hacerlo. Así que ¿de qué se quejan ustedes, adultos?".


Resaca nacional. José Jurado
Sala Iniciarte. Córdoba
Hasta el 29 de noviembre







Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Sana envidia de Córdoba y de su revista Ars Operandi. O sigo en la distancia desde Zaragoza y ojalá hubiera una plataforma como la vuestra en cada ciudad. Hacéis una labor magnífica para los artistas de Córdoba. Solo quería deciros que me gusta mucho vuestra revista que la abro todos los días y que espero que sigáis con ella muchos años. Un saludo artístico de Montse