Cultura y barbarie

Vista de la exposición de Danh Vō Destierra a los sin rostro / Premia tu gracia. 
Palacio de Cristal. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores
Jesús Alcaide / Ars Operandi

Domingo 15 de Noviembre del 2015. Día soleado. Parque del Retiro. Una horda de turistas (culturales) inunda el Palacio de Cristal. Guerra de selfies. Síndrome "Torre de Pisa". Mientras tanto, la obra de Danh Võ espera en silencio a ser leída, escuchada. Los caníbales siguen sedientos de imágenes. Uno posa simulando morder un hueso de mamut de la instalación, la otra se fotografía junto a sus hijos con el cristo de marfil sobre sus cabezas. Carne de Facebook e Instagram, la instalación de Võ es consumida, fagocitada, convertida en mercancía visual hasta un extremo que llega casi al vómito. Todo acto de cultura es un acto de barbarie decía Benjamin. Todo ángel es terrorífico respondería Rilke. Bienvenidos pues al parque de atracciones de la barbarie visual.

Destierra a los sin rostro/ Premia tu gracia es el título escogido por Danh Võ (Bà Ria, Vietnam, 1975) para su primera instalación en el territorio nacional, convirtiendo el Palacio de Cristal en una impresionante máquina de afectos y sentidos. Tomando el título de una canción de Nico (Afraid), la instalación de Võ, al igual que ha ocurrido en otros casos como las de Roman Ondák (Escena, 2013) y Dominique Gonzalez-Foerster (Splendide Hotel, 2014), consigue trabajar sobre el contexto de la site-specificidad desde la propia memoria del lugar performativizándolo, jugando con él, con su(s) historia(s) y reminiscencias en un trabajo que huye de lo melancólico para recalar en lo político, los mecanismos de construcción de la historia y las micropolíticas de lo auto-biográfico.

Vista de la exposición de Danh Vō Destierra a los sin rostro / Premia tu gracia. 
Palacio de Cristal. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores
Un artista siempre trabaja con historias de otros y con las suyas propias. En el caso de Võ, su propia biografía ya daría para construir una de esas “leyendas de artista” que tanto han proliferado en la historiografía del arte. Nacido en Vietnam, tras la victoria del partido comunista en 1975 toda su familia es conminada a una isla, y el padre decide lanzarse al mar con todos ellos camino de los Estados Unidos en una barcaza construida por el mismo, que a mitad de camino tiene que ser rescatada por un carguero danés, trasladándose toda la familia a Dinamarca y obteniendo el asilo en ese país. Desde este punto, la trayectoria artística de Võ se internacionaliza y su manera de trabajar con materiales de la historia y confrontarlos a su propia memoria personal se convierte casi en un “estilo”.

La apropiación y recuperación de lugares y elementos como la lámpara de cristal del Hotel Majestic (Chandelier from the former ballroom of the Hotel Majestic,2009), donde en 1973 se firma e incumple al mismo tiempo la Conferencia de París que busca el armisticio de la guerra de Vietnam, elementos del despacho de John Fitzgerald Kennedy y el secretario de defensa Robert McNamara (2013) o del propio proceso de construcción de la Estatua de la Libertad (We the people, 2010-2013), ya nos hablan de cuales son los elementos fetiche sobre los que Võ plantea su discurso.

Vista de la exposición de Danh Vō Destierra a los sin rostro / Premia tu gracia. 
Palacio de Cristal. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores
Pero a diferencia de utilizar las estrategias y maneras del discurso hegemónico del arte político/crítico, el enigma poético de Võ va más allá, poniendo en jaque a la propia crítica institucional desde sus cimientos y jugando con lo que de sensual puede ofrecernos el formato expositivo, en una negociación con el espectador que muchas veces se ha tildado de hermética, secreta, cómplice. Como decía Genet, el público sólo espera tu caída. Y lo bueno de la manera de trabajar de Võ es que desde el primer instante nos muestra su fragilidad. Todo aquello desaparecerá, como lágrimas en la lluvia. Como las inscripciones de grafito en el pavimento del Palacio de Cristal.

En el caso de Destierra a los sin rostro/ Premia tu gracia, Võ plantea una instalación central cuyo título es extraído de frases emitidas por el demonio en la película de El exorcista (1973), organiza el lateral izquierdo del Palacio para presentar un grupo de otros seis trabajos que se relacionan de manera afectiva con este proyecto central.

Vista de la exposición de Danh Vō Destierra a los sin rostro / Premia tu gracia. 
Palacio de Cristal. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores
La pieza central, compuesta por una serie de huesos de mamuts y un Cristo de Marfil del siglo XVII, ya nos da una serie de pistas de por donde va en esta ocasión la crítica institucional que plantea Võ, sobre las propias formas de construcción y presentación de la historia que se hacen en los museos de Arqueología e historia, pero al mismo tiempo también sobre la propia institución museística como una máquina generadora de “modos de ver” y construir la historia.

En torno a esta pieza, descomunal escultura móvil, Võ ha instalado otra serie de piezas que van jugando con la misma idea caníbal de la historia, aquella que va desde una Virgen gótica unida a un torso de mármol de un sátiro Dimmy, why you do this to me (2015) hasta una imagen de la primera expedición extravehicular estadounidense en el espacio exterior durante la misión Géminis 4 en 1965 pasando por sus conocidas cajas de cartón pintadas con pan de oro por su propio padre (Untitled, 2015), en un claro dispositivo entrópico que nos susurra la manera en la que el tiempo se ha fragmentado, llevándonos como decía Smithson ya no a preguntarnos ¿Qué hora es?, sino ¿Dónde está el tiempo?.

A día de hoy los bárbaros ya habrán borrado con sus pisadas las inscripciones de grafito realizadas por Võ. Pocos se habrán detenido a leer la carta de San Jean Thèophane Vénard escrita a su padre antes de ser decapitado y copiada por el padre de Võ y algunos seguirán posando con las fauces abiertas junto al hueso de mamut. Como canta Nico, confunde tu hambre/ captura la mentira. Carne de selfie. Carne de barbarie.


Danh Vō. Destierra a los sin rostro / Premia tu gracia. 
Palacio de Cristal. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia. 
Hasta el 28 de marzo


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