En las afueras: espacios, cuerpos y viceversa


Juan López López para Ars Operandi

De Michelangelo Antonioni a Marc Augé, de Luis de Góngora a Pablo García Casado, de Whitman a Lorca, de Romero de Torres a Foucault, del folletín romántico al cine ensayo, de la ruina consagrada al futuro incierto, de la pintura figurativa al teatro experimental, del deseo a la frustración, de la contención al estadillo sexual, del sentido al “fuera de escena”, del núcleo a la periferia. Son tantas las líneas dibujadas en este último proyecto titulado En las afueras, que trazar un único itinerario para el espectador se me antoja complicado, por no decir imposible. Pero lo intentaré.

Este proyecto que se exhibe en el Espacio Iniciarte de Córdoba –con el amparo del programa Iniciarte de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y el posterior apoyo de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí–, tiene su germen teórico dentro del Máster en Cinematografía de la Universidad de Córdoba (2011-12). Carceleras, Serenata Española, Luna de miel, El Cristo de los Faroles, Pasodoble, Carmen, Hable con ella, The Kingdom of Heaven, Entrelobos o Averroes y Maimonides, luz de Al-Andalus son algunos de los ejemplos cinematográficos donde la ciudad de Córdoba se presenta al público como escenario o protagonista de historias que parecen ya mil veces contadas, a saber, la mitificación de la dudosa convivencia entre culturas, la exaltación del binomio tradición-religión o el enaltecimiento del pasado como tiempo mejor. El punto de partida para En las afueras fue desde el principio huir de lo anterior y escapar del centro (histórico y monumental) hacia lo desconocido, la variedad y lo extraño.

Still de video de En las afueras de Juan López López. Foto: Cortesía del artista
Para Carlos Losilla, ensayista, crítico cinematográfico y profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, autor del texto del catálogo, En las afueras no acepta ningún tipo de planteamiento dramático, aunque parezca que sí lo haga, que avance mediante diálogos entre personajes convencionales explicando tres historias de desamor en el escenario simbólico de una ciudad lunar, tan solitaria y desamparada como los propios “protagonistas”. Pero no, no se trata de eso. Esa situación es solo el punto de partida de un experimento que va mucho más allá, que asume en su propia confección otro tipo de desertización: la del relato convencional. Y es que este proyecto expositivo ha sido concebido expresamente para el Espacio Iniciarte de Córdoba. En él el espectador queda atrapado y abducido –o por lo menos esa es la intención– por las imágenes, silencios, sonidos y músicas de cuatro películas sin información añadida (ausencia de cartelas, duración o títulos de crédito) y en continua reproducción. Por un lado, dos películas mudas de 5 minutos mostradas en pantallas pequeñas, donde vemos a hombres transitando en espacios post-urbanos y a mujeres inmersas en abruptos paisajes naturales. Por momentos pareciera que se buscan unos a otros, llegando casi a encontrarse con la mirada, pero sin conexión corporal final. El espacio expositivo, por otro lado, queda flanqueado por dos grandes proyecciones. La primera de ellas, muda, está virada a un azul crepuscular, eléctrico, y alterna durante trece minutos planos fijos urbanos y naturales sin ningún atisbo de movimiento, ausencia humana, apenas la brisa del viento perceptible en la vegetación. Vemos modernos puentes, idílicos paisajes invernales, edificios de refinada arquitectura, glorietas iluminadas como escenografías teatrales, arcadias con aguas cristalinas, frío asfalto nocturno: el edén y el mundo terrenal como si fueran una misma cosa.

Still de video de En las afueras de Juan López López. Foto: Cortesía del artista
La proyección principal es la encargada de interconectar todos estos “relatos” expuestos a lo largo de casi hora y media en la que se muestran los espacios y personajes ya presentados en las anteriores proyecciones más otros nuevos escenarios. Los protagonistas, de tres generaciones distintas, son de carne y hueso y carecen de nombre, pero claman solemnemente y se mueven como seres insomnes en mitad de la noche, o atrapados en interiores íntimos o majestuosos. La ciudad se presenta desierta, metafísica, misteriosa, como si fuera un estado mental de esos cuerpos insomnes: Córdoba como una anomalía visual. La ficción se descoyunta desde el inicio, entre el documental analítico y la performance filmada. La ciudad es la verdadera protagonista de En las afueras porque en sus espacios representados se contienen simultáneamente todos los tiempos del relato. Y ese relato es asumido por las tres voces femeninas, mujeres emanadoras de energía, pura vida que no deja de increpar al hombre, siempre pasivo, incapacitado para comunicar o trasladar emociones. Las viejas normas son cuestionadas por el poder subyugado (heteronormativamente hablando) y la huída hacia lo salvaje es imparable, aunque por el camino haya que dejar algún cadáver.

En las afueras plantea una sublimación de la realidad hacia lo utópico, o lo distópico, construyendo una representación inédita y una crítica de los espacios y los usos que de las ciudades hacemos a partir de cógidos cinematográficos poco convencionales. El montaje es el verdadero demiurgo de esta experiencia sensorial y el espectador es el verdadero artífice del relato una vez entra en el espacio. Buen viaje a las afueras.


En las afueras
Juan López López
Espacio Iniciarte, Córdoba
Hasta el 14 de febrero 


Comentarios