Elogio de la sombra. Fernando M. Romero en el Hospital Real de Granada

He atrapado una sombra_01, instalación de Fernando M. Romero en el Hospital Real de Granada. Foto: Cortesía del artista
Tete Álvarez / Ars Operandi

El Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada, a través de su Área de Artes Visuales, viene desarrollando una interesante programación de la mano de la artista y docente Belén Mazuecos. Exposiciones en La Madraza y el Hospital Real, proyectos como El vídeo en el aula o Escenas del Graffiti, seminarios, talleres de artistas y unos cuidadísimos programas didácticos  y divulgativos conforman una oferta que empieza a destacar dentro del panorama universitario andaluz. Tras las muestras individuales de Miguel Ángel Moreno Carretero, Chico López y la dedicada a los 14 años de Scarpia es el turno de Fernando M. Romero, egresado de la Universidad, quien vuelve a la ciudad para repasar los últimos años de su trayectoria artística. Un tiempo especialmente fecundo para el artista cordobés que lo ha llevado a realizar más de treinta exposiciones individuales y colectivas en los últimos cinco años en galerías, ferias y salas institucionales del panorama nacional e internacional.

He atrapado una sombra_02, instalación de Fernando M. Romero en el Hospital Real de Granada. Foto: Cortesía del artista
La propuesta que presenta en el Crucero del Hospital Real muestra un recorrido por las principales estrategias de las que se nutre para explorar, desde un enfoque interdisciplinar, la distancia existente entre la realidad y sus registros. Fotografía, pintura, instalación y video conforman un bucle en la producción de Fernando M. Romero mediante el que intenta desvelar los mecanismos que intervienen en nuestra percepción de la realidad. De su interés por expandir la pintura y hacerla colisionar con otros medios dan buena cuenta He atrapado una sombra 01 y 02, las obras que ocupan el espacio central del Crucero. Tanto en una de sus ya clásicas intervenciones mediante cinta adhesiva, la más monumental hasta el momento, como en la otra pieza, una aguda puesta en escena sobre la representación, el registro y la memoria, se hacen evidentes esa confluencia de intereses de los que se nutre su obra reciente y que van desde cómo construimos y nos relacionamos con nuestra memoria a las teorías científicas acerca de la naturaleza de la luz y de nuestro conocimiento de la realidad. 

Fotografías de las series Grid_(Lacock Abbey) de Fernando M. Romero. Foto: Cortesía del artista
El trabajo que viene desarrollando Fernando M. Romero, en el que el proceso de construcción de las imágenes adquiere gran protagonismo, le ha llevado a indagar en los pioneros de la fotografía del siglo XIX, Fox Talbot, John Herschel, Clerk Maxwell, etc., en los que "confluían por un lado la vertiente científica y sus investigaciones sobre la naturaleza y el comportamiento de la luz y por el otro el deseo de fijar esa luz o ese momento más allá de lo pasajero. Hoy día la fotografía y lo visual han monopolizado nuestros recuerdos y la forma en la que construimos nuestra memoria". Fernando M. Romero acude al momento inicial en el que todas esas cuestiones se configuraron por primera vez en una forma concreta a través de los ensayos fotográficos y los primeros negativos de W. H. Fox Talbot. Anteriormente ya se conocía el funcionamiento de la cámara oscura, la reacción fotosensible de las sales de plata e incluso hubo avances como el fisionotrazo de Guilles Louis Chretien o los trabajos de Thomas Wedgwood para trazar o capturar siluetas a escala".

Fotografías de las series Et in Arcadia ego y Folded de Fernando M. Romero. Foto: Cortesía del artista
En 1835, Fox Talbot, con ayuda de John Herschel, logra fijar el primer negativo fotográfico de la celosía de su ventana. “He atrapado una sombra” fueron las palabras que usó al difundir su trabajo. Es este momento en el que se entrelazan fotografía, dibujo y pintura el que atrae a Fernando M. Romero como pintor, pues en estas sombras y siluetas encuentra una relación directa con el mito fundacional de la pintura, el mito griego de Butades en el que su hija trazaba el perfil de la sombra que proyectaba su amado en la pared antes de partir.  "Para mí atrapar una sombra", indica el artista, "significa hablar de la memoria, del recuerdo, de cómo reconstruimos todo eso. Lo único que podemos atrapar realmente es la sombra. La huella es lo único que podemos atrapar, pero lo atrapamos siempre a base de trampas".

He atrapado una sombra. Fernando M. Romero
Hospital Real de Granada
Hasta el 11 de abril




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