60 años de arte contemporáneo en Córdoba, la exposición


Equipo 57. Interactividad Cine I (Sin título), 1957. Gouache sobre papel, 45,5x33,5 cm. (c.u.). Colección de los artistas / Cortesía Galería Rafael Ortiz
Redacción / Ars Operandi

Arropada por una gran acogida tanto de público como mediática ha llegado 60 años de arte contemporáneo en Córdoba, una exposición que pretende ser celebratoria y que conmemora la muestra que se llevó a cabo en el Circulo de la Amistad en el año 1953, considerada por la historiografía como el hito de la recepción de la modernidad en Córdoba. Con este punto de partida el proyecto, comisariado por Ángel Luis Pérez Villén, reúne a casi 120 veinte artistas en cinco sedes que permiten trazar un recorrido por lo más destacado de la producción artística local de las últimas seis décadas. Se trata de recuperar ese momento –los años 50 del siglo pasado – y partir desde aquí hasta la actualidad, mostrando el trabajo de aquellos artistas cordobeses que en algún momento de su trayectoria han mantenido activo dicho compromiso. Es cierto que de la mayoría tenemos constancia de su trabajo, afirma el comisario, "pero también lo es que algunos ya han desaparecido y su obra es por lo tanto menos conocida o no ha sido presentada en un proyecto secuencial, como es el caso. Insisto, queremos poner en valor la creación artística cordobesa desde mediados del siglo XX a la actualidad. Hasta el momento el testigo del arte contemporáneo en la historiografía local se situaba en torno a 1957 –año de fundación de Equipo 57– lo que nos proponemos es anticipar otro hito en torno a 1953, cuando se celebra la Exposición de Arte Contemporáneo del Círculo de la Amistad".


Alfonso Ariza. Sin título, 1962. Técnica mixta sobre papel, 50x35 cm. Museo Alfonso Ariza. La Rambla (Córdoba) 
Aunque para Pérez Villén "entre los objetivos de esta muestra no está el de abordar la topografía actual de lo que se considera o debe considerar contemporáneo, prescindimos de tal compromiso, entre otras cosas porque no consideramos adecuado el formato expositivo como el más idóneo para llevarlo a efecto. La finalidad de esta exposición no es otra que la de la celebración o la del rescate de la memoria, que nos confirma que existen datos objetivos para hablar de que el arte contemporáneo –aunque ya no sepamos o no tengamos la certeza de en qué consiste- cumple 60 años entre nosotros". Y han sido muchos los artistas que han querido participar en esta celebración, explica "alrededor de un centenar, lo cual nos ha llevado a vertebrar un proyecto abierto y flexible que contemplase la mayor participación posible y la realidad de las infraestructuras expositivas de la ciudad. Es por ello que el número de artistas participantes se ha aumentado en varias ocasiones con la intención de "mostrar la obra de todos aquellos artistas cordobeses cuya presencia en la ciudad –la de su obra o la suya propia– haya sido, desde hace 60 años, o sea un hecho innegable".


Aguilera Amate. El toro herido, 1984. Óleo sobre lienzo, 130x96 cm. Excma. Diputación Provincial de Córdoba 
Dos son las líneas de trabajo complementarias que se han empleado para trazar este propósito. "Una que cohesiona mediante vínculos de estilo y que se trama en una secuencia histórica y otra que contempla la posibilidad de disociar la referencia de tendencia del curso histórico específico en que se manifiesta, dilatando su pervivencia estilística más allá de las coordenadas temporales. Todo lo cual tiene como consecuencia la sucesión de una serie de apartados, capítulos o rótulos que aunque mantienen su filiación cronológica –y donde se incluyen artistas que fueron protagonistas de su puesta en escena en la ciudad– también admiten la licencia sincrónica –lo que permite incluir artistas que no participaron en la gestación de la tendencia pero que la cultivan como opción estilística– lo que no deja de ser un reflejo de lo que acontece en la realidad. Para materializar el proyecto no podíamos limitarnos a una sola exposición –imperativos de infraestructura expositiva y el número de artistas participantes hacían imposible esta solución– por lo que hemos planteado un encadenamiento en diferentes capítulos, en distintas salas de la ciudad, que testimonian estos 60 años de arte contemporáneo en Córdoba". Capítulos que mantienen entre sí una relación cronológica pero que a la vez observan autonomía suficiente para conciliar autores de distintas épocas. Capítulos y rótulos que remiten a estilos y que dan lugar a distintas exposiciones. La abstracción en todas sus facetas y matices tiene suficiente entidad para otorgarse uno de ellos, igual sucede con el realismo sin adjetivos –aquella vanguardia desplazada, de la que hablaba Nieto Alcaide– que es acreedor de otro capítulo. La crónica social anudada a la expresión del gesto y las facetas de la nueva figuración se merecen sendos espacios aledaños, ya que ambas trabajan desde distintos enfoques sobre la re-elaboración pictórica de la figura. Un último capítulo es el del cambio de paradigma que propugna la posmodernidad, donde tienen cabida autores y planteamientos artísticos muy heterogéneos.


Duende de la Seguirilla, circa 1990-2000. Antonio Povedano. Acrílico sobre papel/tabla, 22,5x21,5 cm. Colección particular 
La abstracción es, para el comisario de la muestra,  "el núcleo fuerte e indiscutible en la consideración de lo que se entiende por renovación artística española a mediados del siglo pasado. Desde entonces ha pasado por diferentes consideraciones, se ha multiplicado en numerosos estilos, ha sufrido crisis y renovaciones de toda índole y en la actualidad sigue representando una opción que parece mantenerse inagotable. Se muestran piezas significativas de la abstracción geométrica junto a obras gestuales e informalistas, así como derivaciones posteriores y actuales que dan testimonio de la riqueza y diversidad de la tendencia". Abstracciones presenta en la sala Galatea obras de Manuel Alcaide, Alfonso Ariza, Hashim Cabrera, Juanjo Caro, Antonio Castilla, Rafael Cerdá, Equipo 57, Antonio I. González, José Ibáñez, Jacinto Lara, Manuel Méndez, Cristóbal Povedano, Juan Serrano y Juan Vacas.


Naturaleza muerta con queso, 1962. Antonio Rodriguez Luna. Óleo sobre lienzo, 75,5x153 cm. Colección Vimcorsa, Córdoba 
Obras de Luis Aguilera Bernier, José Manuel Belmonte, Rafael Botí, Pedro Bueno, Rafael Carmona, Castro Cadenas, Miguel del Moral, Desiderio Delgado, Francisco Escalera, José F. Gálvez, Marcial Gómez, Francisco González, Julia Hidalgo, Juan Hidalgo del Moral, Pepe Jiménez, Ginés Liébana, Francisco Linares, Ángel López-Obrero, Juan Luque, José Luis Muñoz, José Carlos Nievas, Antonio Ojeda, Rafael Orti, Juan Polo Velasco, Amadeo Ruiz Olmos, Sánchez Moreno, Rafael Serrano y Lola Valera conforman Realismos, la muestra que se puede contemplar en la Sala Julio Romero de Torres del Círculo de la Amistad y que da cuenta de la vertiente figurativa. Y es que para el comisario de la muestra "aunque no se pueda considerar de filiación vanguardista, lo cierto es que la práctica figurativa de mediados del siglo pasado sintomatiza en muchos de sus representantes un renovado interés por adherirse a lenguajes afines, ya sea mediante la recuperación de maneras de comienzos de siglo o bien asumiendo la necesidad de reconstruir las múltiples facetas del realismo. En esta exposición tienen cabida figuras y obras que protagonizaron esa renovación, amén de soluciones plásticas derivadas que conforman un extenso tapiz de facetas realistas".


Cartas a un soldado, 1983. Marcial Gómez. Óleo sobre tabla, 90x120 cm. Colección particular, Córdoba 
En los años 60, apunta Pérez Villén, "el realismo toma la decisión de hacerse social y así adquiere el rango de compromiso con la modernidad artística. Un realismo que ha de ser expresionista por naturaleza, representando con gesto adusto una acuciada realidad. Desde entonces la veta expresiva de la imagen cobra fuerza –profundiza en la negrura de la melancolía y se nutre en las fuentes originales de comienzos de siglo, se impregna de las adherencias del trazo informal, incluso coquetea con el pop-art– y sella un vínculo con el cromatismo no descriptivo para componer el retrato de la figura". De todo esto dan cuenta obras en Retratos del gesto los artistas Francisco Aguilera Amate, Rafael Caballano, Ángel Corral, José Duarte, Tomás Egea Azcona, Manuel Ángel Jiménez, José Morales, Antonio Povedano, Rita Rutkowski, Emilio Serrano, Paco Serrano, Tony Soto, Aurelio Teno y Francisco Zueras.


El ángel, 1983. Miguel Cossano. Acrílico sobre lienzo, 162x130 cm. Colección José Luis Villegas 
A comienzos de los 60 surge con fuerza el término nueva figuración "para aglutinar una serie de intereses en torno a la renovación de los lenguajes de la figuración. Sobre dicho soporte vienen a sedimentarse desde el informalismo al pop-art, el expresionismo, el surrealismo y todos aquellos estilos que decantan una solución plástica mestiza y abierta al libre ejercicio de la creación. Es razonable que convivan tantos perfiles alusivos al término como autores participan en la muestra, lo que testimonia que sigue siendo un campo abierto a la expresión personal". Cartografías de la figura reúne en la Fundación Antonio Gala obras de Concha Adán, Mariano Aguayo, Rafael Aguilera, Ángeles Alcántara, Francisco Ariza Arcas, Antonio Bujalance, Juan Cantabrana Luis Celorio, Antonio Damián, Pepe Díaz, Mariló Fernández Taguas, María Teresa García López, Paco Gil, Isabel Jurado, Joaquín Martínez, Juanma Pérez, Pepe Puntas, Antonio Rodríguez Luna, Rafael Trobat, José Manuel Velasco, Hisae Yanase y Juan Vicente Zafra.


Sin título (Serie Patrones), 1988. Pepe Espaliú. Lápiz conté sobre papel, enmarcado en conglomerado, 114x66 cm (c.u.). Colección Vimcorsa 
La posmodernidad ha supuesto un verdadero cambio de paradigma en la consideración de los valores, sistemas y estructuras que regían en el arte contemporáneo. Vivimos, como afirma Pérez Villén, "el arte después del fin del arte, carecemos de certezas y navegamos a la búsqueda de respuestas que no acaban de llegar, sólo la experiencia de la creación constituye el único credo artístico. En esta exposición intentamos arrojar sentido a lo que aún está en proceso y por eso abrimos capítulos para nombrar la euforia de la vuelta a la pintura durante los primeros 80, los intereses en torno a lugares precisos (la ciudad, la naturaleza, la memoria), los juegos de impostura de las identidades y la falsa apariencia de un ensimismamiento disciplinar que no es tal". Cambio de paradigma atestigua este estado de cosas articulándose en cuatro capítulos principales. Posmodernismos con Víctor Barrios, Luis Cárdenas, José María Córdoba, Miguel Cossano, José María García Parody, Moisés Moreno, Rafael Navarro, Francisco Salido y Antonio Villa-Toro, Imposturas e identidades con obras de Rafael Agredano, Alfonso Alcalá Olmo, Manuel Bautista, Antonio Blázquez, Pepe Espaliú, Ángel García Roldán, Juan López, Miguel Moreno Carretero, Verónica Ruth Frías, Beatriz Sánchez y Marisa Vadillo, Lugares señalados con Manuel Garcés, Miguel Gómez Losada, Antonio Jesús González, Manuel Muñoz Morales, María Ortega Estepa, Plácido Pérez y Miguel Rasero y finalmente El medio no es el mensaje que reúne obras de Alegría y Piñero, Tete Álvarez, Fernando Baena, Javier Flores, Nieves Galiot, Goval, Pepe Lara, Fernando M. Romero, Carmen Osuna, Daniel Palacios, Pablo Prieto, Rafael Quintero y Gervasio Sánchez.

60 años de arte contemporáneo en Córdoba
Comisario: Ángel Luis Pérez Villén
Abstracciones. Sala Galatea (Casa Góngora)
Realismos. Sala Julio Romero de Torres (Círculo de la Amistad)
Retratos del gesto. Sala CajaSur Gran Capitán
Cartografías de la figura. Fundación Antonio Gala
Cambio de paradigma. Sala Vimcorsa
Lunes a sábado, 10:30 a 13:30 y 17:30 a 20:30. Domingos y festivos, de 10:00 a 14:00





Comentarios

Dlarosa ha dicho que…
Lo que no entiendo es porqué no están todos los que son, y sin embargo algunos que no lo son, están.
No voy a decir los que no lo son, porque para gustos, los colores. Pero por poner un ejemplo, no haber incluido a los hermanos Serrano Carriel, artistazos conocidos desde hace un montón de años, considero que es un delito imperdonable contra el arte cordobés.
Una exposición así no se va a repetir en muchos años.