Imposturas. Modos de hacer arte.

Cómo hacer virtual una exposición.


Anne Berning: Kunstbücher, 2006-2012. Óleo sobre lienzo, medidas variables. Cortesía de la artista y Galería Espacio Mínimo

A. L. Pérez Villén / Ars Operandi
 Un día en el jardín. 
Flores abstractas".1

 “Con una lógica 
tanto más absurda 
cuanto más rigurosa.2

Hay muchas maneras de hacer una exposición y la mayoría de ellas las conozco por haberlas experimentado, sin embargo hay una que me llama especialmente la atención, la que se despliega sobre el papel, la que se plantea y resuelve desde las dos dimensiones del formato del libro, el catálogo o la revista de arte pero que no tiene vinculación alguna con nada objetivo, con ningún dispositivo físico o expositivo. Dicho con otras palabras, una exposición que no es tal exposición, una exposición que sólo existe en el papel que la hace explícita, una muestra de la que sólo hay catálogo. Pues bien, me tentaba la experiencia, aunque por diversas razones no había tenido ocasión de hacer ninguna. Ahora ha llegado el momento, un proyecto que no recibe el apoyo necesario para poderse materializar, el paso del tiempo que confirma las peores sospechas no va a salir adelante, el trabajo realizado previamente antes de producir la exposición y el deseo de que finalmente vea la luz, me han decidido a hacerla. Voy a hacer la exposición, sin necesidad de patrocinio alguno, sin sala donde mostrar la obra de los artistas. Voy a hacerla virtual para que todos podamos disfrutarla. 

Antonio Blázquez: Serie Libro abierto, 2010 Mixta sobre papel, dimensiones variables. Cortesía del artista

Y según sucede en la realidad, una exposición virtual como Imposturas. Modos de hacer arte también tiene sus ventajas e inconvenientes. Ya se sabe que la experiencia directa con la obra se pierde, también el diálogo, el guiño o la tensión que se establece entre ellas. Un diálogo que resuena en el acto de la percepción y en el que se interviene mentalmente, durante y después de realizar la visita a la exposición. Las ventajas son de otra índole, no hay horario y no hay que guardar cola, nadie te impide la visión de las obras, nadie interfiere con su presencia y tú puedes modular a ti gusto la intensidad y la duración de la visita, aunque que no se trata de una exposición interactiva en la que el público puede modificar e interactuar con las obras. No me gusta engañar a nadie.

 James Casebere : Landscape with houses (Dutchess County, NY) #1, 2009 Impresión digital cromogénica, dimensiones variables. Cortesía del artista
La exposición que os presento tiene, además de una razón de ser, un precedente. Todo comienza con el ciclo de exposiciones Córdoba en el arte contemporáneo 3 en el que la pauta de trabajo fue abordar desde un punto de vista expandido temas y géneros habituales de la creación reciente, agrupando en una misma exposición autores locales y foráneos. Valga como ejemplo de la metodología empleada la decisión de replantear el género de la naturaleza muerta 4, entendiendo por ésta no sólo la amplia tipología testada por la tradición, sino todo tipo de mediación que viniese a interferir en el ámbito de lo inmediato, reificando la realidad resultante como hecho artístico y manteniendo en suspenso, en pausa terminal, la ficción de la representación. Después de las tres exposiciones del ciclo Córdoba en el arte contemporáneo vino la muestra Máscaras, camuflaje y exhibición 5, que insistió en un planteamiento similar: el concepto de máscara estaba presente bajo la piel de las obras que integraban la exposición, pero no resultaba explícito ni evidente a primera vista. A continuación Discursos interrumpidos 6 reunió una serie de trabajos de artistas con una clara vocación de comunicación, si bien ésta se manifestaba interrumpida intervenida, interferida por la diversidad de los códigos empleados. Le siguió Confabulaciones 7, en la que se trató de abordar la complejidad de las representaciones de lo real. La última de este ciclo fue El resto. Superfluos y utópicos 8, que intentaba poner de manifiesto maneras diversas de asumir el compromiso artístico en la actualidad, señalando qué puede resultar gratuito y qué tremendamente necesario. 

Thomas Demand : Copyshop, 1999. Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear, Cáceres. ©Thomas Demand. VG Bild Kunst, Bonn 
Imposturas. Modos de hacer arte se inserta en esta línea de trabajo. No es sólo tratar de evidenciar una serie de mecanismos y operaciones que cursan en la creación contemporánea como explicaré más adelante— sino hacerlo desde el contexto propio de nuestros artistas. Esta es la doble razón que siempre ha movido este tipo de exposiciones: evidenciar algunas de las claves (técnicas, disciplinares, temáticas y/o conceptuales) que enhebran el arte actual y mostrar el trabajo de los artistas cordobeses en este mapa de situación de la creación artística contemporánea. Los artistas que se han seleccionado para este propósito son: Anne Berning, Antonio Blázquez, James Casebere, Thomas Demand, Joan Fontcuberta, Ángel García Roldán, Regina de Miguel, Jorge Molder y Marta Soul. ¿Qué les hace partícipes de esta empresa, qué cohesiona la exposición? Lo habitual es que su producción, al organizarse en conjuntos de obras, adopte el protocolo del trabajo procesual o serial en torno a intereses plásticos específicos o temas concretos. Son artistas que organizan su labor creativa con el aliciente de culminar un objetivo que se extiende a todas las obras de la misma serie, que recurren de manera sistemática a evaluar los rendimientos y a sopesar las soluciones empleadas, que regulan el flujo de la creación gracias al control normativo de los procedimientos y disciplinas utilizados.

Joan Fontcuberta. Sirena del Tormes, 2006. Cibachrome. Cortesía del artista
Desde este punto de vista Imposturas. Modos de hacer arte, podría entenderse como una exposición procesual, como una muestra que se centra en hacer evidentes los procesos que cursan y materializan las obras expuestas. Pero esta finalidad no es la única que pretende la exposición, el propio título ya anticipa otra inflexión semántica además de la meramente procesual y sobre la que ahora quiero incidir. Me refiero a la impostura, pero ¿no es acaso todo el arte una impostura?, ¿no se sitúa el origen de la pintura en el hecho de una flagrante impostura 9? Si aceptamos que el arte es fundamentalmente impostura ¿qué viene a aportar una exposición que recurre a ella para nombrarse? ¿No sería una redundancia innecesaria? Hemos de admitir que buena parte de lo que conocemos como arte parte de la impostura que supone toda representación, pero también es cierto que desde mucho antes de las vanguardias históricas se viene postulando el ejercicio artístico como una actividad absolutamente desvinculada de la representación (referencial) de la realidad. Por lo tanto y a partir de entonces ya más de una centuria la realidad del arte ya no es la misma realidad en la que nos movemos. Una cuestión distinta es que durante y después de los episodios de las vanguardias y de la modernidad el arte haya seguido manteniendo lazos estrechos con la representación las coordenadas de la realidad en la que nos movemos los mortales. Pero al margen de esta digresión lo cierto es que, con todo, no es esta la línea de trabajo que quiere esbozar la exposición, por lo cual lo más sensato es dar un rodeo impostando la voz- y hablar de imposturas. 


Ángel García Roldán : Prologue to a perfect human. V2, 2010 Vídeo monocanal. 9´21´´ DVD PAL Vera Icono Producciones.
 
Para empezar os puedo decir que conozco algunas personas para las que la impostura es un todo un arte, pero son muchos los artistas que creen que el arte es ante todo impostura. La prueba nos la ofrece Plinio en la antigüedad y desde entonces está rodando. Sabemos que la impostura es una fusión de dos realidades dispares, en la que una de ellas prevalece pero con los rasgos compartidos de ambas. Una impostura es una confusión de dos identidades en un mismo plano de la realidad, una mixtura de contrastes en ocasiones espuria, a veces cabal pero siempre excitante— que componen un doloso crisol en el que las apariencias engañan. Doble en español, double en francés e inglés, sosia en portugués, doppelgänger en alemán, vardøgr en la mitología nórdica... son términos que se utilizan para hablar de esa disociación de la personalidad en la que la identidad del individuo se ve escindida, desplegada, doblada por otro ente que llega a usurpar su propia identidad. Pero también hay otro tipo de imposturas, no todo son deseos de hacerse pasar por otra persona, vivir bajo otra piel, amoldarse a un personaje como un guante. Hay casos de impostura en los que no se pretende usurpar identidad alguna sino simplemente crear una realidad, lo más tangible y veraz, en la que sea posible desarrollar una historia de espaldas a la realidad objetiva y contingente en la que vivimos. 

Regina de Miguel : El aire aún no respirado, 2008 Instalación de maquetas de madera, pantallas de retroproyección y animación 3d. Dimensiones variables. Cortesía de la artista
Roberto Bolaño en La literatura nazi en América crea un corpus ficticio de escritores y obras inexistentes pero que dicen mucho acerca de la creación escrita y de sus implicaciones morales. Y en Estrella distante crea un personaje, Alberto Ruiz Tagle, poeta y aviador, vanguardista y fascista, que viene a suplantar en la ficción al verdadero Carlos Wieder, piloto de la Fuerza Aérea de Chile, que participa en la represión auspiciada por Pinochet cuando toma al asalto el poder de la república. La poetisa argentina Betina Edelberg publica en 1960 Imposturas. Sarah Burton escribe Impostores, un libro en el que analiza y da a conocer múltiples casos de personas que han decidido suplantar una identidad falsa. Dos años más tarde, ya en el siglo XXI, John Banville escribe la novela Imposturas, pero es la titulada Intocable y publicada tres años antes la que nos interesa, porque narra las peripecias de un agente doble al servicio de Moscú. Un agente, que parte del que realmente existió (Anthony Blunt) que es el responsable del mayor golpe asestado al gobierno británico durante el siglo pasado. Alan Sokal y Jean Bricmont publican a finales del pasado siglo Imposturas intelectuales, un libro que arremete, entre otras cosas, contra el relativismo científico derivado del postmodernismo. 

Jorge Molder : Serie Pinocchio #15, 2006-2009 Tiraje digital sobre papel Arches de 640 gr. 151 x 102 cm. Cortesía del artista y Galería Oliva Arauna
Por su parte, Santiago Gamboa escribe en 2002 la novela Los impostores, que es una disparatada narración en la que intervienen tres personajes que, bien por oportunismo o confusión, se ven abocados a adoptar una identidad que no es exactamente la suya. Y Enrique Lihn relata en “Eva” Tigre de Pascua una impostura: la de de Alcides Lima como Eva Montes. Una impostura que sucede en la sociedad chilena del pasado siglo. Como despecho al matrimonio que Eva contrae mientras Alcides se forma en Europa, éste decide a su vuelta concebir una obra de arte intermitente y secreta que consiste en pensarse como ella, para lo cual se trasviste y adquiere su gestos, imposta su estilo, escribe sus cartas e incluso ruega que, una vez muerto, sus cenizas cubran e impregnen la piel de Eva. Enrique Lihn es un escritor chileno que expandió el ámbito de la poesía y por extensión de la escritura a otros universos ágrafos, dando lugar, además de textos en prosa de difícil catalogación, a todo tipo de acciones y conjuras contra la dictadura y los poderes establecidos. Películas con temática de impostura o de desdoblamiento de personalidad se suceden en la cartelera, lo cual demuestra la amplia repercusión popular que posee el fenómeno: Fake, Doppelganger, El otro, El resplandor, Impostores, Atrapa un ladrón, La vida de nadie, Sospechosos habituales, El club de la lucha, La mitad oscura, El ladrón de orquídeas, Cisne negro... 
Marta Soul : Serie Wellhome, 2007 (Daniela Aravena, Chile). Fotografía © Marta Soul, cortesía Galería Espaivisor

 Pero volvamos a la tesis de la exposición para abordar sin más dilación el sentido de Imposturas. Modos de hacer arte. Hemos planteado tres hipótesis de trabajo: 

Primera hipótesis: la impostura como temática. Los artistas seleccionados analizan y desarrollan planteamientos en torno a la problemática del individuo entendido como crisol de identidades, como limen donde se orillan los perfiles de la identidad. (Antonio Blázquez y Ángel García Roldán). Esta hipótesis de trabajo admite otra variante en la que se abordan cuestiones sobre el doble como reflejo especular de la identidad escindida (Jorge Molder y Marta Soul). 

Antonio Blázquez, artista cordobés de última hornada que ya cuenta con algunos premios y distinciones y fascinado confeso del mestizaje de la imagen gráfica y la grafía, el dibujo y la pintura, lo impreso y lo tatuado, desarrolla una obra que puede presentar diversas formalizaciones, por lo general serializadas o componiendo mosaicos vigorosos y caóticos, entre cuyos pliegues se solazan identidades múltiples a la búsqueda de huéspedes. Así se pone de manifiesto en propuestas como “Los datos consignados en el presente modelo tendrán la protección derivada de la Ley Orgánica 15-1999”, “Todo lo que podría haber sido” y “Libro abierto”, soportes simbólicos de una suerte de diario rizomático donde vienen a sedimentarse gestos y huellas de un individuo que se reinventa a sí mismo. Ya no se trata tanto de la impostura entendida como estrategia sino como terapia, como el motor que sustenta el artificio de la experiencia y el estímulo que corona una existencia degradada, la máscara y el camuflaje. Es el suyo un trabajo orgánico, rico en excrecencias, bucles y reenvíos, de ahí el rizoma, lo cual le añade un carácter abierto e inconcluso que casa muy bien con lo cooperativo de su formalización. Y esto transmite la impresión de compartir cierto espíritu relacional (Bourriad), como acertadamente apunta Jesús Alcaide 10

Antonio Blázquez : Serie Los datos consignados... Cortesía del artista
Ángel García Roldán también es un joven creador cordobés que ha recibido algunos premios y becas y que se mueve entre distintas disciplinas, profundizando en especial en el campo del video. Obras suyas están continuamente en cartel en sucesivas muestras de video de creación y exposiciones multimedia. Las obras que hemos seleccionado para la exposición, que tienen un marcado acento performativo, abundan en el análisis del sujeto contemporáneo y en ellas la impostura no se advierte como una decisión consciente de quien se enfrenta a la pantalla y se desnuda a la búsqueda de rastros que confirmen la pertinencia o el sedimento de una identidad. Más bien se trata de ejercicios rutinarios afeitarse ante un espejo, desnudarse, lavarse, volverse a vestir y desaparecer a cielo abierto que solapan mecanismos de introspección en los que el individuo se presta a la posibilidad de ser otro, a ser espectador de su propia transformación (“Prologue to a human perfect”) o a sucumbir a la evidencia de la perpetua mudanza, al pulcro ritual de la extrañeza (“El hombre que nunca existió”). “Me pregunto si los demás sienten lo mismo que yo, que me parece que nunca estoy del todo presente allí donde estoy, y no me veo como una persona tanto como una contingencia, desplazada y errante en el tiempo” 11

 
Ángel García Roldán : The man who never was, 2010 Vídeo monocanal. 


Jorge Molder, artista portugués (Lisboa, 1947) que es todo un clásico de la fotografía, habitual de los circuitos artísticos internacionales y autor de una obra con una intensidad emocional y conceptual abrumadoras. Para la exposición hemos seleccionado las obras que componen su Serie Pinocchio, en la que resulta difícil discernir entre la realidad y la impostura. Surgida de manera espontánea y vinculada casualmente a nuestro país, la serie trata un tema central de su obra : el del doble o de los replicantes, como le gusta llamarlo al artista. Suele ser habitual que el rostro de Molder describa en su obra un amplio repertorio de efímeros paisajes psicológicos que tornan de una serie a otra y que componen un fresco topográfico del sujeto contemporáneo, pero lo es menos que el propio artista se descubra en el proceso de recrear no ya una faceta de su identidad como la réplica espuria de sí mismo. Y digo espuria porque en el reflejo no hallamos las referencias que son habituales en su semblante y porque esa segunda piel que constituye toda máscara tiene más vida que la horma que la sustenta. ¿O es al revés? Lo cierto es que el artista ha hecho bien en titularla así, porque ya no se trata de un desdoblamiento sin más, de una nueva impostura, sino de un paredro cortazariano con cierta autonomía para desdecir de su origen. 


 Jorge Molder : Serie Pinocchio #20, 2006-2009 Tiraje digital sobre papel Arches de 640 gr.  Cortesía del artista y Galería Oliva Arauna
Marta Soul, artista madrileña (1973), fundadora de la agencia de fotografía Nophoto, trabaja en torno a lo que se conoce como fotografía construida y está interesada en el análisis de las apariencias en la sociedad actual y en cómo éstas influyen y en ocasiones determinan cuestiones relacionadas con la identidad social, sexual de los individuos. Sus fotografías de la serie Wellhome son un buen ejemplo de ello. Si nadie posee más información que la brindada por las imágenes hay que reconocer que se trata de una serie de retratos de mujeres en un ambiente doméstico de clase media, que podría apuntar a lo que se entiende por un contexto de bienestar social propio de las sociedades occidentales (antes de la crisis). Nada más lejos de la realidad porque son mujeres emigrantes que han sido resituadas en un escenario impostado que reproduce las coordenadas de la sociedad del bienestar a la que no pertenecen. Por tanto la serie es una suerte de fotoperiodismo invertido, ya que testimonia la situación social y económica de una serie de mujeres desplazadas y sus deseos por lograr la integración, pero sin echar mano de los registros discursivos canónicos y prescindiendo del complejo de culpa (políticamente correcto) como del victimismo. Fidelidad a la persecución de un ideal, a la realidad de un desdoblamiento de la realidad al deseo, que enmascara las heridas de la experiencia y disemina los pilares de la identidad. 

Marta Soul : Serie Wellhome, 2007 (Linda Mussa, Liberia). Fotografía © Marta Soul, cortesía Galeria Espaivisor

Segunda hipótesis: la impostura como espacio fronterizo donde convergen retazos de realidad y la proyección invertida, desfasada, desfondada de ese otro campo liminar que está fuera de cobertura, en el que no rigen los preceptos ni el ritmo que son habituales a este lado de la realidad. No es tanto una ficcionalización de la realidad ni una impostura tampoco una hiperrealización derridiana como la licencia para escenificar o representar situaciones, paisajes y objetos cotidianos, pero bajo otra visión. Hablamos de operaciones que hacen de la impostura el marco propicio desde el que proyectar una visión sobre la realidad que provoca significativos desajustes de escala, de tiempo, de función... lo cual libera la mirada y genera imágenes que distorsionan desprejuiciadamente la referencia de la que parten. En cualquier caso e incluso con el ruido y las interferencias que ocasionan, dichas visiones nos proporcionan mucha mayor nitidez de lo que acontece a este lado del espejo que las ordinarias (Anne Berning y Regina de Miguel).

Anne Berning es una artista alemana que ejerce la docencia de la pintura en la Academia de Bellas Artes de Mainz y cuya obra comienza a ser frecuente en la escena española. Las pinturas de Berning no ocupan el espacio asignado tradicionalmente a la disciplina, las suyas se pueden situar sobre una mesa, adoptar formatos y dimensiones poco usuales, apoyarse sobre la pared... y además tienen como temática la Historia del Arte, concretamente la propia pintura. En la serie Kunstbücher representa los cantos de libros y catálogos de arte que simulan a gran escala los volúmenes de una incompleta enciclopedia sobre la Historia de la Pintura. Que nadie piense que se trata de un ejercicio de estilo; es decir, pintar una serie de objetos reales que tratan sobre la pintura. Nada de eso, los libros y catálogos de Berning sólo existen como tales en su obra, pues aunque remiten a artistas, estilos y tendencias reales, apuntan a una realidad impostada. En sus manos la pintura cobra una doble misión, la de hablar de sí misma a través de un vehículo el libro o el catálogo que lejos de fidelizar lo que representa reduplica la impostura 12. Y con ello apunta tanto a la inflación de las obras maestras de la pintura como a la estrategia del simulacro (Baudrillard 13) que permuta realidad por apariencia, privando a la disciplina de su capacidad de sugestión. 

Anne Berning : Serie Kunstbücher, 2006-2012 Óleo sobre lienzo, medidas variables. Cortesía de la artista y Galería Espacio Mínimo

Regina de Miguel es una artista malagueña (1977) que vive y trabaja en Berlín, desde donde desarrolla una interesante obra que no repara en distancias disciplinares, pues conjuga el dibujo, la pintura, la fotografía, el vídeo y la instalación. Para la exposición hemos seleccionado algunas piezas de dos series de obras: El aire aun no respirado y Report. Series en las que el espacio y el tiempo se comportan como dos incógnitas de una ecuación reversible que no distingue entre pasado y futuro, real y virtual, presencia y reflejo, porque no son más que distintas manifestaciones de un mismo continuo, las proyecciones solapadas de una misma experiencia, el escenario donde convergen la realidad y la memoria. Por eso estas obras son tan seductoras, permanecen abiertas a la espera de ser habitadas. No ocultan la tramoya sino todo lo contrario, evidencian y consignan los mecanismos de la representación con el propósito de dotarse de sentido, parten de realidades palmarias para configurarse como escenarios de ficción que puedan acoger nuestras proyecciones. Son como las constelaciones en el firmamento, el espacio ideal donde anclar la mirada, dejar la mente a la deriva y zambullirse en la piscina del cielo, donde los antiguos fijaban el paraíso, otros el infierno, “el sitio exacto de nuestras raíces a la vez que el lugar preciso donde sucederá el final de nuestras vidas. Todo al mismo tiempo. Principio y final” 14


Regina de Miguel. Report, 2009. Fotografía en blanco y negro, 97x130 cm. Cortesía del artista

Tercera hipótesis: la impostura como ejercicio saludable para el espíritu artístico. Aquí convergen las poéticas de James Casebere, Thomas Demand y Joan Fontcuberta, si bien en cada caso con unos intereses diferentes. Lo que para uno es el requisito para otorgar credibilidad o verosimilitud a una realidad construida como reflejo especular de la que se origina en los media o la que reside en las ideas arquetípicas de la comunidad (Casebere / Demand), para otro es seguimos refiriéndonos a la impostura la única metodología posible de trabajo. No hay otra salida que enfrentarse a la realidad y recrearla, quizás utilizando los recursos y procedimientos establecidos para ello, pero con la libertad suficiente para ofrecer esa otra lectura sobre el entorno que justifique la obligación de reinventarlo (Fontcuberta). Mientras que los dos primeros mimetizan la realidad hasta el extremo de superarla en verosimilitud, logrando escenografías virtuales que resultan más creíbles y sugestivas que las originales, a Fontcuberta no le interesa competir con la referencia pues crea su propia realidad a expensas de aquélla.

James Casebere es un artista norteamericano (Michigan, 1953) que goza de amplio reconocimiento internacional y del que nos interesan particularmente sus últimos trabajos. Se dio a conocer con un tipo de fotografía construida a base de maquetas realizadas con yeso, papel y plástico, convenientemente iluminadas e inundadas de agua para lograr una atmósfera ambigua y opresiva, lo que dotaba a sus túneles y galerías de una cierta irrealidad o les confería la extrañeza de los espacios oníricos. Ahora está mas cerca del color, ha aumentado notablemente la escala de sus maquetas y éstas representan espacios abiertos, concretamente los que remiten al sueño americano. De nuevo la impresión de una realidad ficticia vuelve a imponerse en la lectura de estos espacios de casas con tejados a dos aguas y jardín particular, desperdigadas por una suave colina y con una iluminación sol rasante o a plomo, atardecer con viviendas iluminadas que debe mucho al cine (decorados). Si las imágenes de interiores inquietan el ánimo por el ominoso horizonte que nos presentan, estas cándidas celdas del estado de bienestar 15 nos enfrentan a la experiencia de la madurez: decidir entre vivir recluido en un mundo ideal privados de las regalías de los sentidos y los bienes materiales que no oculta la acechanza del peligro o sucumbir a la indolencia y aceptar las convenciones de la realidad a sabiendas de que todo es puro teatro. 

James Casebere : Landscape with houses (Dutchess County, NY) #3, 2009 Impresión digital cromogénica. Cortesía del artista

Thomas Demand es un artista alemán (Munich, 1964), habitual de la escena internacional, con una obra fotográfica muy interesante que elabora a partir de maquetas de papel y cartón y en las que se representan escenas de interior que nos resultan muy cercanas. Maquetas realizadas a partir de imágenes de origen mediático y cuya principal característica es que no exhiben singularidades sino todo lo contrario; es decir, espacios amueblados y decorados de manera estándar. Maquetas que son fotografiadas y en las que el artista no pretende ocultar la tramoya que sostiene la impostura, por lo que si se escruta con rigor la imagen es habitual que se adviertan las fisuras que les privan de credibilidad. No obstante, la aséptica iluminación y la eliminación de cualquier tipo de ornato y detalle existente en la matriz original aportan a la fotografía resultante la contumacia de lo esencial. Casi podría decirse que Demand se mantiene fiel a la memoria y que desdeña la realidad 16. No estoy muy seguro de ello, creo que es algo más complejo. Lo que sí me parece evidente es su interés por aludir a la banalidad que opera en los media, que vuelcan una imagen de la realidad que no es ni real ni objetiva. Y que su obra profundiza en este abismo, reflejando mediante la ficción y el simulacro las costuras de la experiencia de lo cotidiano. Ante la realidad impostada de los media, ración doble de farsa y que nadie se llame a engaño pues todo salta a la vista. 

Thomas Demand : Embassy, 2008 C-Print/Diasec, 186 x 20 cm. © Thomas Demand. VG Bild Kunst, Bonn


Joan Fontcuberta es un clásico de la vanguardia fotográfica española, con numerosas distinciones Caballero de las Artes y las Letras, en Francia, Premio Nacional de Fotografía y de Ensayo, en España y con obra repartida en colecciones y museos de todo el mundo. Para la exposición hemos seleccionado la serie Sirenas (2000), en la que el artista vuelve a replantearse las cualidades objetivas, testimoniales, documentales de la disciplina para llevarlas a su terreno y darnos a conocer con su célebre ironía y buen hacer una nueva clase de animal, mitad hombre, mitad pez. Este empeño que no es nuevo en su carrera sino que constituye el eje central sobre el que discurre su trabajo, es particularmente atractivo en la serie elegida que evoca la célebre Fauna en la que el artista no se contenta con suministrar imágenes que prueban la existencia de animales fantásticos, también aporta los ensayos científicos (paleontológicos, biológicos, antropológicos) en los que se sustentan, rubricados por eminentes celebridades de cada campo de estudio y cuyas iniciales suelen coincidir casualmente con las del autor. En esta serie se testimonia el hallazgo de restos fósiles del animal en cuestión (Hidropythecus) en las riberas del rio Tormes, en España y en otras localidades francesas. La documentación aneja es del doctor Jean Fontana, quien viene desarrollando bocetos y textos desde mediados de los años 40 y 50 del pasado siglo 17


Joan Fontcuberta :  Sirena del Tamaron, 2006. Cibachrome. Cortesía del artista

Coda final: aunque son todos los que están, no están todos los que son. Quiero decir que no es posible ni entraba en los propósitos de esta exposición atender y dar cuenta de los artistas que trabajan en torno a la impostura. Una imposibilidad que en el caso de una muestra materializada en su contexto habitual resulta comprensible por las limitaciones que impone el espacio de exposición pero que también se entiende en un proyecto como este, donde no hay límites, porque la intención es mantener la vibración del eco. Sólo a modo de otras incorporaciones al proyecto podemos adelantar nombres de artistas que también se interesan por la impostura. No podían faltar en un proyecto como este la norteamericana Cindy Sherman o la francesa Sophie Calle porque además de ser excelentes creadoras imprescindibles en cualquier panorama del arte desde finales del siglo pasado son sofisticadas artistas de la impostura, responsables respectivamente de un extenso repertorio de figuras e identidades múltiples en torno a lo femenino y de un diario biográfico (ficticio) azaroso, diría Auster; voluble, Vila-Matas sobre la condición femenina. También tendría cabida el japonés Yasumasa Morimura, impenitente usurpador de personajes históricos y protagonista de célebres escenas artísticas, el catalán Carles Congost, camaleónico impostor e insaciable devorador de mitos o la británica Christine Borland, que nos confunde con sus personajes entre la realidad (vital) y la ficción (inerte). O incluso otro tipo de imposturas, las que afectan a disciplinas y procesos de creación, como sucede con artistas como el brasileño Vik Muniz o el alemán Philipp Fröhlich.


1 Eloy Tizón : Labia, Editorial Anagrama, Barcelona, 2001, pág. 31. 
2 Enrique Lihn : “Agua de arroz”, en Tigre de Pascua, Editorial Algaida, Cádiz, 2002. Pág. 16. 
3 El ciclo fue producido por la Diputación de Córdoba y contó con tres exposiciones celebradas entre 1997 y 1998 : Geometrías en suspensión, Figuras contaminadas y En Pausa. Ficciones del natural. Los artistas participantes en el ciclo fueron Hashim Ibrahim Cabrera, Miguel Ángel Campano, Gerardo Delgado, José Duarte, Jacinto Lara, Carmen Osuna, Fernando Sinaga, Juan Uslé, José María Córdoba, Susy Gómez, Curro González, Julia Hidalgo, Francisco Leiro, Rafael Navarro, José Carlos Nievas, Pepa Rubio, Tete Álvarez, Joaquín Ivars, Manuel Muñoz, Miguel Rasero, Antonio Sosa, Ignacio Tovar, Valentín Vallhonrat y Antonio Villa-Toro. 
4 Se planteó en la exposición En Pausa. Ficciones del natural. 
5 Participaron los artistas Christian Boltanski, Chema Cobo, Pepe Espaliú, Leonel Moura, Georges Rousse y Cindy Sherman. 
6 En ella se mostraron obras de José María Báez, Joan Brossa, Jordi Colomer, José María García Parody, Eva Lootz, Rogelio López Cuenca, Perejaume y Francisco Salido. 
7 Reunió obra de Ángeles Agrela, Manolo Bautista, Nieves Galiot, Chema Lumbreras, Enrique Marty, Carlos Pazos, Liliana Porter y Matías Sánchez. 
8 Las tres últimas exposiciones fueron producidas merced a un convenio de colaboración entre la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, la Universidad de Córdoba, el Ayuntamiento de Córdoba y una entidad de ahorro. En El resto. Superfluos y utópicos estuvieron representados Lara Almárcegui, Fernando Baena, Florentino Díaz, Javier Flores, Priscilla Monge, Leonel Moura, Jesús Palomino y Baltazar Torres. 
9 El origen no es otro que el ofrecido por Plinio en su libro XXXV de su Naturalis Historia. Según el erudito romano el primer artista fue una mujer que pintaba sombras: una doncella corintia, hija del ceramista Boutades, oriundo de Skion, dibujó la silueta de su prometido que debía abandonar la ciudad para cumplir con sus compromisos militares. Partiendo de la sombra de su cabeza proyectada en la pared y gracias a una vela, dibujó a su amado. Luego su padre rellenó la sombra con arcilla y modeló la cara en relieve, de manera que su hija tuviera un recuerdo de su amado y se consolara en la soledad. 
10 Renglones torcidos, juegos secretos y algunos sentimientos compartidos. Galería Tula Prints, Córdoba, 2009. http://antonioblazquez.blogspot.com.es/2009/03/libro-abierto.html 
11 John Banville : Imposturas, Editorial Anagrama, Barcelona, 2005. Pág. 54. 
12 Joachim Jäger : “El ABC de la pintura. Anne Berning y la historia del arte”, en Anne Berning. Enciclopaedic incompleteness. CAC Málaga, 2007. 
13 Cultura y simulacro. Editorial Kairós, Barcelona. 
14 Rodrigo Fresán : El fondo del cielo. Debolsillo, Barcelona, 2011. Pág. 259. 
15 Ángel Calvo. http://dardonews.com/dardonews/exposicion/james-casebere-el-mundo-vigilado. 
16 María Gainza : “Las inquietantes maquetas de Thomas Demand”, en Radar, 2 de octubre de 2005. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2544-2005-10-05.html 
17 “No podía sino admirar mi propia actuación.¡Menudo fabulador estaba hecho; menudo artista!”. John Banville : Imposturas, Editorial Anagrama, Barcelona, 2005. Pág. 53.

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Comentarios

Fernando M. Romero ha dicho que…
Enhorabuena, Ángel Luis (y ArsOperandi) por la iniciativa. Lo he guardado para leerlo más detenidamente como se merece, pero quería felicitaros por el planteamiento. Muy interesante. Un fuerte abrazo!!!
Antonio Blázquez ha dicho que…
Enhorabuena Ángel Luis! Estupendo el trabajo de selección y el texto... Y decidir finalmente lanzar la propuesta a través de este medio. Muchas gracias!
srfimia ha dicho que…
Un generoso y brillante modo de hacer arte. La más valiosa energía renovable que tenemos es la creatividad.

También yo quiero volver a leerlo y más despacio. Muchas gracias
Jose M Palencia ha dicho que…
Magnifico y moderno planteamiento que apoyo y agradezco. Saludos y palante.
Palacio de Orive ha dicho que…
Mucho gusto, Sr. Pérez Villén. Para degustadores de enjundias, recomendamos la lectura de este artículo:
http://blogs.20minutos.es/codigo-abierto/2012/10/04/como-acabar-de-una-vez-por-todas-con-la-cultura-remix

Sofía ha dicho que…
En hora buena, Angel Luís. Creo que por fín te hemos recuperado, pues no sé si tienes la consciencia de ser pieza de gran valor en el mundo contemporáneo del arte.
Agradecimiento y admiración por el magnífico trabajo expuesto. Cómo tu bien dices, es un proyecto sin límites, porque la intención es mantener la vibración del eco.
Paco Muñoz ha dicho que…
Impostura es:“Engaño con apariencia de verdad”. En ese orden de cosas todo en la vida es una impostura, no solo una exposición de arte. Ya decía Calderón aquello de “en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según del color del cristal con que se mira”. Y desde el punto de vista práctico sea en un catálogo, virtualmente en Internet, o de cualquier otra manera técnica, no se deja de exponer una serie de obras para que se disfruten por otras personas. Evidentemente no estoy preparado para entrar en aspectos filosóficos y no sé si va por ahí. A mí personalmente no me importa el modo lo importante es que te llegue el contenido. A lo mejor mi respuesta no está en línea con lo pretendido, pero si en línea con mi comprensión del tema.
Anónimo ha dicho que…
Hola Ángel, enhorabuena por la exposición. Espero y esperamos un buen número de personas relacionadas con la cultura que esta original apuesta por lo virtual se convierta pronto en un proyecto que se pueda tocar con las manos.

Un abrazo, Manolo Garcés
Sofía ha dicho que…
Sofía: Secundo la idea de Manolo, aunque me ha llenado absolutamente.
Anónimo ha dicho que…
Gracias a tod@s, agradezco los comentarios. La verdad es que habría estado bien poderla disfrutar en directo, en vivo, pero como no era posible tampoco quería dejar pasar la ocasión de compartirla con vosotros. Esa es la razón. Gracias. Un abrazo.
A.L.P.V.