La Fragua celebra dos años de apuesta por la creación actual en el medio rural

Un vista de la instalación de ATOI en el Convento de Santa Clara. Foto: Cortesía de los artistas
Redacción / Ars Operandi

La residencia de artistas La Fragua de Belálcazar celebra en estos días su segundo aniversario con un intenso programa que pretende "consagrar ciertas ideas puestas en práctica" desde la apertura de la residencia en enero de 2011. Se trata de festejar la efemérides con un ciclo de actividades en la que artistas y visitantes "tomen conciencia de la capacidad del arte contemporáneo para recuperar la conciencia de espacio público como algo perteneciente al ciudadano y susceptible a ser intervenido". En éste sentido, afirman desde el centro "las prácticas de creación contemporánea que proponemos, promulgan con la idea de descentralizar el concepto de patrimonio material, haciendo de los monumentos y del propio pueblo algo vivo, al tiempo que ensancha patrimonio inmaterial, más allá del folklore". Una consideración del medio rural que, como viene siendo habitual desde la génesis de La Fragua, huye de la consideración de lugar  bucólico y de retiro, y que aspira a convertirse en un espacio para "la crítica, la creación y el nacimiento de nuevos movimientos".

El programa de actividades se abre con la inauguración de la exposición de uno de los artistas residentes, Alex Catt, quien muestra el trabajo fotográfico realizado en el viaje desde The New Forest (Inglaterra) hasta Belalcázar y la exploración de sus alrededores que llevó a cabo durante el pasado mes de octubre. Una propuesta al hilo de experiencias psicogeográficas que asume  el viaje a través del paisaje "sin un camino concreto, simplemente guiado por las emociones". Otros artistas internacionales que han desarrollado sus proyectos en La Fragua como el noruego Christian Höel  y las alemanas Julia Krause-Harder y Lutz Pillong exponen sus trabajos en el Ayuntamiento de Belalcázar y en el Hogar del Pensionista. Se han programado sendas  visitas  guiadas por el equipo de La Fragua en las que se pretende ofrecer una nueva visión de cómo intervenir en edificios histórico-populares. Fuego de Christian Höel es un mural de 6 metros que mezcla la abstracción con elementos figurativos donde se aprecia la experiencia del artista noruego en Belalcázar. Por su parte Vuelo, es un dinosaurio a tamaño real de metal, tela y plástico fabricado por la artista con discapacidad Julia Krause-Harder y su asistente Lutz Pillong. La residencia de Julia Krause forma parte de la Beca Ikario para artistas con discapacidad patrocinada por un mecenas privado. Paralelamente, durante todo el fin de semana se puede acceder a Auction Revolution, una subasta internacional online que tiene el propósito de conectar directamente a artistas y mecenas de todo el mundo. El crítico de arte y comisario de exposiciones Juan-Ramón Barbancho presenta en la Casa de la Cultura su documental Penélopes: guardianas de la memoria, un trabajo que rescata la memoria de las mujeres que quedaron en sus pueblos mientras sus maridos o padres marcharon al extranjero por la emigración andaluza de los años sesenta. El propio Barbanco acompañado de Rubén Barroso pondrán en escena Estados de sitio, una performance que alude al régimen de excepción que un gobierno decreta ante situaciones que "no puede controlar o que quiere controlar mucho mejor". Para sus autores la práctica del arte y del status cultural se conforma como "un estado de sitio permanente, un régimen de alerta constante que requiere de una posición política, una posición situacional".

Los más pequeños son los protagonistas de La merendilla: pan con jícara de chocolate, un proyecto de la artista María Bueno que propone usar la fachada del colegio como espacio de creación y exposición público. Bajo el título Residencias de Artistas: qué pasa en España” una charla debate analizará las experiencias de las residencias de artistas de la mano de Rubén Barroso, director Sierra Centro de Arte, Santa Ana la Real, Sierra de Huelva y de Marta Gracia, encargada de programas de investigación de Hangar, Barcelona y directora de ArtMotile. ATOI, la pareja de artistas residentes compuesta por Amy Thomas and Oliver Irvine,  han preparado para la ocasión Final del valle. Tire del toro una performance que se basa en la idea de "crear una exposición donde elementos externos, fuera de control, actúen como fuerzas de colisión, instinto y energía". ATOI, que este verano presentaban sus trabajos en la Tate Britain disfrutan en Belalcázar de la Beca #007 de escultura que corre a cargo también de un mecenas privado. La Fragua culmina la conmemoración con la proyección de La Danza Degli Attrezzi l'aceituna de Niko Angiuli y Plough Through de Marina Velez. El trabajo de Niko Angiuli es un  proyecto de investigación sobre técnicas y tecnologías de cultivo en la era postindustrial y estuvo realizado con la colaboración del grupo de teatro de Belalcázar durante su residencia en el pasado mes de junio. Por su parte Plough Through es un trabajo en video sobre el entorno rural y en el que se pretende "investigar la producción de comida como una forma de vida". 

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