Sin avances en la reforma del ábside de Santa Marina

por José Álvarez

El 31 de enero del pasado año de 2008 se publicaba en la prensa local la noticia de la finalización de los trabajos de liberación del ábside de la iglesia de Santa Marina de Córdoba, eliminando las edificaciones que se habían adherido con el paso de los siglos a los paramentos exteriores de la cabecera de la iglesia.

Realizado por el Taller de Empleo Santa Marina con un presupuesto de 210.000 euros financiados por el Fondo Social Europeo y la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, la actuación de los alumnos consistió en la creación de un cinturón en torno a la parte trasera de la iglesia, uniendo la calle Moriscos y la Plaza del Cementerio. Según las declaraciones del momento, la actuación supuso la creación de "un entorno más abierto y nuevo espacio libre ganado para los vecinos del barrio de 700 metros cuadrados", además de la recuperación de la zona del ábside oculta por las edificaciones anejas.

Lo cierto es que casi un año después, el corredor no está comunicando la calle Moriscos con la Plaza del Cementerio, pues una cancela de hierro impide el discurrir entre las dos calles. La actuación ha supuesto el levantamiento de una tapia que delimita el terreno liberado, que queda como espacio sin salida, sin pavimentar y en un manifiesto estado de abandono. No ha habido intervención alguna en los paramentos del ábside, que se encuentran en una situación de franco deterioro. Las fotografías que acompañan este artículo dan una idea del estado en que se halla la zona.

Desde Ars Operandi instamos a los responsables de la Gerencia de Urbanismo a la consecución total de la reforma del entorno, urbanizando la zona con mobiliario urbano y vegetación que permita el solaz y esparcimiento de los vecinos. En cuanto a la actuación en el exterior de la iglesia, conocida la desidia de las autoridades eclesiásticas para con sus propiedades, patrimonio al cabo de todos los ciudadanos, es de esperar que la Junta de Andalucía actúe en consideración a la importancia del bien patrimonial poniéndolo en valor para disfrute de cordobeses y foráneos.