El resto, en la Sala Puertanueva

Baltazar Torres, The colector is looking at you, 2009, escultura
Redacción / Ars Operandi

El próximo jueves 5 de noviembre, en la Sala Puertanueva, tendrá lugar la inauguración de la exposición El resto. Superfluos y utópicos, la cual podrá contemplarse hasta el 9 de diciembre. Comisariada por Ángel Luis Pérez Villén, El resto. Superfluos y utópicos es una exposición colectiva internacional que se inscribe en otras precedentes realizadas en Córdoba y exhibidas asimismo en la Sala Puertanueva, que tienen como objetivo primordial contrastar el trabajo de los autores locales en el ámbito de la creación artística contemporánea. Los artistas convocados en la exposición son esta ocasión Lara Almárcegui, Fernando Baena, Florentino Díaz, Javier Flores, Priscilla Monge, Leonel Moura, Jesús Palomino y Baltazar Torres.

La cita reúne a dos cordobeses, dos españoles y una española, dos portugueses y una costarricense, los cuales desarrollan un tipo de obra que se centra en las series como elemento procesal y metodológico. Para Pérez Villén, "El resto. Superfluos y utópicos representa un amplio registro de posibilidades entre lo que podría considerarse como superfluo en materia artística (el formalismo, la estética, el estilo, la belleza endogámica, etc.) y aspectos o cualidades de las que se le quiere privar al arte o de las que manifiestamente carece (denuncia, ética, compromiso, utopía, crítica, etc.). No obstante, entre una y otra opción resta una panoplia de proposiciones intermedias, algunas de las cuales se recogen en la exposición".

Lara Almárcegui (Zaragoza, 1972), reside desde hace años en Rotterdam. Desarrolla una línea de trabajo centrada en series de obras que toman como punto de referencia el lugar donde se le invita a participar. Poseedora de una sólida proyección internacional, Almárcegui proyecta su interés por los espacios baldíos de las ciudades, a los que aplica una especie de señalamiento, como en su día hiciera Gordon Matta-Clark. Se trata de espacios sin uso, solares urbanos que funcionan como no lugares, en los que la artista desmonta y pone en cuestión la lógica de la normalización urbanística de las grandes ciudades. En la exposición presenta su célebre serie Guía de descampados de Sâo Paulo.

Fernando Baena (Fernán Núñez, 1962). Radicado en Madrid, Baena posee un amplio registro disciplinar. Deudor del talante procesal y de los protocolos del arte conceptual, su trabajo no obstante mantiene una estrecha relación con la memoria, sirviéndose de mecanismos que analizan y redimensionan respectivamente las acciones e instituciones destinadas al arte. En la exposición presenta dos piezas: una en torno al desaprovechamiento de los espacios expositivos, realizada para la ocasión, y Epílogo, (2009), vertebrada en torno a una escultura, una performance y un vídeo.

Florentino Díaz (Cáceres, 1954). Fiel a su talante reflexivo y crítico, a su singularidad al margen de modas y estéticas advenedizas, la obra de Díaz es sinónimo de autenticidad, como lo son las sucesivas series que la jalonan y que han tenido a los símbolos de la sociedad del bienestar (la casa, lo doméstico) en su punto de mira. En la exposición se exhiben obras de cronología muy distinta –todas ellas enmarcadas en la presente década- que representan una excelente miscelánea de su trabajo, obras a mitad de camino de la pintura y la instalación además de la fotografía.

Javier Flores (Doña Mencía, 1969). Trabaja con varias disciplinas desde el inicio de su trayectoria, si bien es en el mestizaje o la fricción entre la pintura (obra sobre papel), la fotografía y la escultura donde lo hallamos más a menudo, brindándonos propuestas heterodoxas que rebasan los límites disciplinares: así tenemos esculturas que semejan libros ilustrados o que representan laberintos. Uno de los últimos registros de su obra es la instalación y la performance, con el propósito de articular un análisis sobre las implicaciones ideológicas, estéticas y metafóricas del lenguaje. Participa en la exposición con lo más representativo de su producción última, piezas procedentes de series sobre papel y esculturas.


Javier Flores, Fe en la errata, 2009, acero corten oxidado

Priscilla Monge (San José, Costa Rica, 1968) habitual de la escena artística española y que goza de una sólida e incuestionable proyección internacional, como lo demuestra su currículo –exposiciones en Sydney, Sao Paulo, Nueva York, Miami, Buenos Aires, México D.F., Zurcí, Dublín, San José...- y su participación en las bienales de La Habana, Liverpool, Sevilla y Venecia (donde presentó su célebre obra realizada a partir de compresas femeninas). Su discurso perfila un interés por evidenciar cuestiones de género que resultan incomprensibles e injustas para la mujer. Desde esta perspectiva se plantea la selección de obras que presenta en la exposición.

Leonel Moura (Lisboa, 1948), autor de reconocido prestigio internacional, Moura ha sido uno de los responsables del mejor arte conceptual ibérico, si bien en el cambio de siglo, de manera progresiva comienza a postular un tipo de arte desvinculado de la tradicional autoría humana. Sus investigaciones y experiencias con tecnologías que soportan inteligencia artificial le han llevado a propiciar obras realizadas por máquinas. Con algunas de estas obras participa en la exposición, concretamente con cinco pinturas de gran formato de la serie ISU, realizadas por un robot mediante un patrón informático que imprime sobre la tela una intrincada red tipográfica en homenaje a Isidore Isou, fundador del Movimiento Letrista.


Leonel Moura, Obsesiones del robot ISU #5, 2009, tinta sobre tela

Jesús Palomino (Sevilla, 1969). Los registros de su trabajo se materializan en dibujos, maquetas e instalaciones, por lo general se refieren a temas relacionados con el urbanismo y las condiciones de vida y trabajo de los más desfavorecidos y con la necesidad de la implicación del individuo en la resolución de las causas pendientes. Desde este punto de vista su arte no puede ser más militante, por apuntar a la conciencia de un público al que se le exige activar su percepción para pasar a la acción.

Baltazar Torres (Figueira de Castelo Rodrigo, Portugal, 1961). Muy presente en la escena artística española y con un consolidado papel en el marco europeo, como lo demuestran sus recientes exposiciones en Austria, Madrid, Oporto, Málaga, París, Berlín y Lisboa, Torres permanece fiel a la pintura y la escultura, disciplinas con las que desde hace años viene elaborando un mundo propio en torno a cuestiones relacionadas con la vida deshumanizada en la metrópoli y sus consecuencias: ya sean la incomunicación, el embrutecimiento y la negación de ideales o el banal consumismo desenfrenado y la falta de respeto por el medio ambiente.


El resto. Superfluos y utópicos
Inauguración 5 de noviembre, 20:30 horas

Sala Puertanueva

Ronda de Andujar, s/n. 14002 Córdoba

Comisario: Ángel Luis Pérez Villén



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